03.06.2011
Estudiantes completó ayer en La Paternal, lo que había comenzado a construir el pasado 21 de mayo en Parque Patricios. Terminó por darle forma a una victoria incuestionable ante Huracán, a quien ya vencía por 2 a 0 (Juan Pablo Pereyra y Hernán Rodrigo López), agregando otro gol al marcador, ahora de Matías Sarulyte, el que llegó casi con el arranque mismo del cotejo en el Diego Armando Maradona.
Este partido, de la 15ta fecha del Clausura, había sido suspendido a los 32' del primer tiempo, por incidentes en las tribunas, y ayer se completaron los 58' que restaban y en donde el equipo que dirigió interinamente el bandeño Luis Ceferino Suárez, que el lunes pasado reemplazó en el cargo al renunciante Eduardo Berizzo, aún sin un fútbol de alto vuelo, igualmente impuso condiciones ante un Huracán que transita por un momento terrible.
Y ayer en la reanudación, en cancha de Argentinos y sin público, el defensor Matías Sarulyte, a los 4' de juego, con un cabezazo de pique al suelo, tras un córner que ejecutó Leandro Benítez desde la derecha, redondeó la goleada, dando por tierra con las suspicacias que habían rodeado a este choque.
El resultado no sólo dejó a Huracán en zona de descenso directo, con un promedio de 1,099 (Gimnasia abandonó ese lugar apremiante para situarse en Promoción), sino que además en el último lugar del Clausura con apenas 11 unidades. Estudiantes (volvió al éxito luego de ocho cotejos, con cuatro empates y cuatro derrotas), en tanto, alcanzó los 22 puntos.
Estudiantes, que tuvo cinco cambios obligados en su alineación, y con dos debutantes absolutos en su formación (Diego Auzqui, que fue titular, y Guido Carrillo llegó ayer desde el banco), hizo la diferencia y luego se retrasó mucho en el campo, perdiendo hegemonía en el medio, pero igualmente no tuvo mayores contratiempos para neutralizar las intentonas de un Huracán sin juego y sin alma.
La historia, como se sabe, había empezado hace casi dos semanas en Parque de los Patricios con el gol de Pereyra, tras un grave error de Gastón Monzón, a los 8'; y el segundo tanto había llegado tras un centro de Enzo Pérez, desde la derecha, que superó a Monzón y López cabeceó anticipando a los defensores locales, a los 28'.
Aquellos dos goles antes de la media hora de juego detonaron la ira de los hinchas de Huracán y la posterior respuesta de los simpatizantes de Estudiantes. El resultado final: el partido se suspendió a los 32 minutos de juego.
Y ayer en La Paternal, sin gente adicta de ambos equipos en las tribunas, la historia no se modificó.
Y para tranquilidad de la visita y desesperanza del local, en su primera llegada, el equipo albirrojo marcó el tercer tanto a través de un cabezazo del colonense Sarulyte, a los 4', que sorprendió a todos entrenado por el primer palo para recibir ese córner que mandó el Chino Benítez desde la derecha.
Luego hubo llegadas de los dos equipos, pero el resultado no cambió. Pero aún así, Estudiantes estuvo más cerca del cuarto (González desperdició un claro mano a mano con Monzón rematando desviado) que Huracán del descuento.
Huracán, que sigue en una racha negativa (acumula siete derrotas en serie y nueve sin halagos, y de local suma tres caídas sucesivas y cuatro sin victorias), ya que no gana desde el 26 de marzo, cuando venció a Gimnasia por 2 a 0, y está cada vez más cerca de la B Nacional.
Si bien el Globo está a tan sólo un punto de Gimnasia (hoy en Promoción) en la lucha por mantener la categoría, la fragilidad defensiva, el mal juego y la falta de gol casi que lo condenan.
Para el choque del próximo lunes ante Argentinos, también el Diego Maradona, Estudiantes no podrá contar con el Chino Benítez, que ayer fue el capitán pero que fue expulsado con roja directa, a los 21' del complemento, por juego brusco.
Quedan tres fechas por jugar, nueve unidades, tres finales para Huracán y apenas tres partidos para Estudiantes. Lo que demuestra la realidad de uno y otro equipo.
Fuente: Diario EL DIA
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