martes, 16 de agosto de 2011

Un traumatismo impidió que termine en cancha

16.08.2011

55 minutos duró la Brujita Verón en su primer partido oficial en este campeonato. No viajó a Rosario para llegar bien a la segunda fecha y ayer frente a San Lorenzo debió abandonar el campo de juego a los 10 minutos del complemento. La salida del jugador fue producto de un golpe que sufrió en la zona del tobillo derecho (el que fue operado) en el primer tiempo que lo molestaba al correr y que sólo por precaución, el jugador fue reemplazado. Juan Sebastián Verón dejó la cancha, sin mostrar signos de dolor agudo, pero el suficiente para no jugar más.

En el primer tiempo Juan Sebastián Verón, tuvo una actuación que fue de mayor a menor. Se lo notó ágil y muy "motivado" en los minutos iniciales con sus acostumbrados desplazamientos y cambios de ritmo.

Pero con el corre de los minutos la Brujita dosificó sus fuerzas pero sin dejar de tener el protagonismo natural en el equipo. Todo transcurría normalmente. Pero en un choque con el uruguayo Juan Manuel Salgueiro, la Brujita llevó la peor parte, dado que el delantero Santo golpeó al mediocampista albirrojo que sintió el traumatismo.

Verón se levantó y siguió corriendo. Pero el encontronazo lo dejó preocupado... Así terminó la primera etapa, molesto y por eso enfiló derecho al vestuario para que el médico del plantel, Hugo Montenegro, evalúe la zona traumatizada junto al jugador.

Allí por un lado se acomodó la protección que el mediocampista se había realizado para el partido en su tobillo derecho y por el otro se trató la zona golpeada. Luego cuando los equipos volvieron al campo de juego para poner en marcha el segundo tiempo, la Brujita se quedó a un costado y allí le retiraron el botín le colocaron un analgésico local le emprolijaron el vendaje nuevamente, mientras el resto de los jugadores de Estudiantes y San Lorenzo esperaban pacientes en la cancha.

Con la tarea concluida, Verón se calzó el botín en su pie y corrió hacia el centro del campo acompañado por el aplauso de su parcialidad. Pero Verón no estaba cómodo. Se mantuvo en cancha lo más que pudo. Fueron sólo 10 minutos más, hasta que llegó el cambio por Leandro Benítez.

Miró el resto del partido sentado en el banco de suplentes y luego se retiró del Estadio sin hacer declaraciones y con signos en su rostro, de no haber vivido uno de sus mejores días.

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