ESTUDIANTES 2 - OLIMPO 0
Mercado simuló en el área y el árbitro Alvarez compró: con ese penal, la Gata abrió el camino. Luego, con otro penal (que sí fue), RoRo López clavó el 2-0 ante Olimpo, que ya jugaba con nueve. El Pincha le sacó ocho puntos a Vélez...
La paciencia es un árbol de raíces amargas pero de frutos dulces. A eso debió apelar Estudiantes, a saber aguantar y no desesperar. Porque Olimpo le planteó un cerrojo que parecía inquebrantable, en el que los patrones --Verón y Braña-- se vieron contenidos, poco participativos. La paciencia es un árbol de raíces amargas pero de frutos dulces, sí. Sin embargo la primera manzanita azucarada vino de parte de Luis Alvarez.
Porque Estudiantes, más allá de una que otra escapada de Enzo Pérez y un tiro de Gastón Fernández, no le hacía ni un rasguño a la muralla de los de Bahía. Así, Braña tocaba para Mercado, Mercado volvía a Braña, éste a Desábato, éste a Rojo y viceversa. Una contra milagrosa, un tiro libre cerradito, algún rebote o un 0-0 sacrificado, los principales sueños del equipo de De Felippe. Pura lógica, si se quiere, de un equipo que venía de cinco derrotas consecutivas y sumó la sexta.
Pero llegó el penal, llegaron los tobillos de Mercado para pegarse entre sí, la orden de ejecución de Alvarez y la frialdad de la Gata. Al cierre del primer tiempo, Estudiantes, que había tenido un rival que recién le pateó al arco a los 37' (un tiro de Casais que se fue por arriba), se iba con la tranquilidad de un 1-0 que lo hacía estirar más la ventaja en la cima.
Olimpo salió cuando todavía no era tarde, cuando el ocaso del partido ni se asomaba. En ese trajín de quedar desacomodado, Bianchi Arce atendió a la Gata y se fue al vestuario por recibir la segunda amarilla. Sin embargo, no cambiaron las sensaciones: Olimpo empujó contra Orión y Estudiantes esperó atrás. Pero en una contra bien comandada por Enzo Pérez, lejos el mejor de los de Sabella, el árbitro cobró un penal sobre el mendocino (el quinto a favor del Pincha en diez fechas) y Rodrigo López cerró el resultado. Un resultado que a este Estudiantes agobiado, le da más de un tubo de oxígeno.
La paciencia es un árbol de raíces amargas pero de frutos dulces. A eso debió apelar Estudiantes, a saber aguantar y no desesperar. Porque Olimpo le planteó un cerrojo que parecía inquebrantable, en el que los patrones --Verón y Braña-- se vieron contenidos, poco participativos. La paciencia es un árbol de raíces amargas pero de frutos dulces, sí. Sin embargo la primera manzanita azucarada vino de parte de Luis Alvarez.
Porque Estudiantes, más allá de una que otra escapada de Enzo Pérez y un tiro de Gastón Fernández, no le hacía ni un rasguño a la muralla de los de Bahía. Así, Braña tocaba para Mercado, Mercado volvía a Braña, éste a Desábato, éste a Rojo y viceversa. Una contra milagrosa, un tiro libre cerradito, algún rebote o un 0-0 sacrificado, los principales sueños del equipo de De Felippe. Pura lógica, si se quiere, de un equipo que venía de cinco derrotas consecutivas y sumó la sexta.
Pero llegó el penal, llegaron los tobillos de Mercado para pegarse entre sí, la orden de ejecución de Alvarez y la frialdad de la Gata. Al cierre del primer tiempo, Estudiantes, que había tenido un rival que recién le pateó al arco a los 37' (un tiro de Casais que se fue por arriba), se iba con la tranquilidad de un 1-0 que lo hacía estirar más la ventaja en la cima.
Olimpo salió cuando todavía no era tarde, cuando el ocaso del partido ni se asomaba. En ese trajín de quedar desacomodado, Bianchi Arce atendió a la Gata y se fue al vestuario por recibir la segunda amarilla. Sin embargo, no cambiaron las sensaciones: Olimpo empujó contra Orión y Estudiantes esperó atrás. Pero en una contra bien comandada por Enzo Pérez, lejos el mejor de los de Sabella, el árbitro cobró un penal sobre el mendocino (el quinto a favor del Pincha en diez fechas) y Rodrigo López cerró el resultado. Un resultado que a este Estudiantes agobiado, le da más de un tubo de oxígeno.
Fuente: Olé
No hay comentarios:
Publicar un comentario