El viernes por la tarde se supo que Juan Sebastián Verón no iba a ser de la partida por el problema en el tobillo derecho. Todo hacía presumir que el reemplazante del capitán y máximo referente del conjunto albirrojo sería el Chino Benítez. Pero cuando se pegó la planilla en la puerta del vestuario para confirmar el equipo apareció el nombre de Matías Sánchez. Sorpresa total.
En principio pareció un esquema defensivo, pero con el desarrollo del partido se notó que la propuesta que puso en cancha Eduardo Berizzo resultó ser una "jugada maestra" del técnico albirrojo si se hablara en términos ajedrecísticos. ¿Por qué? Con el Chapu Braña y Matías Sánchez tenía una rápida recuperación de la pelota en el mediocampo y trasladaba con velocidad el balón por intermedio de los dos "pistones": Enzo Pérez y Barrientos.
Claro que a esto hay que agregarle el enorme sacrificio que aportó Gastón Fernández. La Gata no se quedó quieto arriba, sino que retrocedió unos metros para juntarse con el Pitu y Enzo. A esto nunca le encontró solución Gimnasia. Fue una complicación permanente, ya que jugaban a espaldas de los volantes y aprovechaban los espacios que dejaba la última línea mens sana que nunca se mostró firme.
Berizzo también corrigió errores. Y eso es bueno. Tras la frustrante actuación ante Banfield, el Toto volvió al sistema que se sienten más cómodos estos jugadores (3-4-2-1). En cambio, lo de Gimnasia fue mucho más previsible a la hora de jugar. Cappa nunca le encontró la vuelta. Encima sacó a Neira. Si bien no tuvo una buena actuación, el pibe siempre puede sacar algo de la galera. En definitiva, el Toto le ganó el duelo a don Angel, porque con un simple movimiento de piezas empezó a ganar el clásico desde el vestuario.
En principio pareció un esquema defensivo, pero con el desarrollo del partido se notó que la propuesta que puso en cancha Eduardo Berizzo resultó ser una "jugada maestra" del técnico albirrojo si se hablara en términos ajedrecísticos. ¿Por qué? Con el Chapu Braña y Matías Sánchez tenía una rápida recuperación de la pelota en el mediocampo y trasladaba con velocidad el balón por intermedio de los dos "pistones": Enzo Pérez y Barrientos.
Claro que a esto hay que agregarle el enorme sacrificio que aportó Gastón Fernández. La Gata no se quedó quieto arriba, sino que retrocedió unos metros para juntarse con el Pitu y Enzo. A esto nunca le encontró solución Gimnasia. Fue una complicación permanente, ya que jugaban a espaldas de los volantes y aprovechaban los espacios que dejaba la última línea mens sana que nunca se mostró firme.
Berizzo también corrigió errores. Y eso es bueno. Tras la frustrante actuación ante Banfield, el Toto volvió al sistema que se sienten más cómodos estos jugadores (3-4-2-1). En cambio, lo de Gimnasia fue mucho más previsible a la hora de jugar. Cappa nunca le encontró la vuelta. Encima sacó a Neira. Si bien no tuvo una buena actuación, el pibe siempre puede sacar algo de la galera. En definitiva, el Toto le ganó el duelo a don Angel, porque con un simple movimiento de piezas empezó a ganar el clásico desde el vestuario.
Fuente: Diario EL DIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario