Su arribo provocó enormes esperanzas. Todos esperaban que su brillo se sumara al de un equipo aceitado que venía de ganar el título del Apertura. Pero Pablo Barrientos no había hasta ayer mostrado los pergaminos que hicieron que lo esperaran en el Country con los brazos abiertos, y por ende el clásico, con el guiño del técnico Eduardo Berizzo al darle la titularidad, parecía el momento justo de explotar. Pero esto no ocurrió. El volante se mostró demasiado estacionado sobre su lateral, no logró aprovechar los espacios que quedaban a espaldas de César González y sobre todo, se lo vio dubitativo a la hora de manejar el balón.
Su intrascendencia fue tal, que en el primer cuarto de hora no entró nunca en juego, y debió esperar hasta el minuto 22 de la primera etapa para encontrarse con un balón en la puerta del área que le permitiera buscar el arco para ganar un poco de confianza.
Pero el efecto de confianza duró muy poco y pronto el Pitu volvió a la tibieza acostumbrada, hasta el punto que tras varios llamados de atención del técnico, este decidió reemplazarlo con el Chino Benítez.
* Sobre los 23 minutos armó una linda jugada por la derecha arrancando desde su propio campo y dejando a varios rivales en el camino para habilitar perfecto a Matías Sánchez que definió cruzado.
* Gimnasia fue una invitación a atacarlo por su sector puesto que Rieloff se desprendía permanentemente al ataque y César González no lo cubría, pero nunca pudo ser aprovechado por Pitu, quien estuvo discontinuo y por momentos peleado con el balón.
Fuente: Diario EL DIA
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