20.03.2011
Que decir de un partido donde Estudiantes se dedicó a marcar jugando con los dientes apretados, pero que en la más clara que tuvo marcó la diferencia y se quedó con la victoria.
Se puso el overol, máxima concentración desde el minuto cero; marca, presión, despliegue y siempre tratando de quedar en superioridad numérica ante un jugador rival.
Se bancó el ritmo del partido a pesar de haber jugado entre semana por la Copa. Se mostró seguro y ordenado; nunca quedó mal parado. Contrarrestó muy bien el juego del rival, con una dupla de volantes centrales como Verón y Braña que se comieron la mitad de la cancha.
Tuvo la perseverancia que se necesita, para luego de casi no haber atacado en todo el partido, seguir al acecho y pegar la embestida final, ahí cuando todos se duermen y sólo el más vivo saca réditos.
Con este triunfo el Pincha empieza a encontrar algo que tuvo con Alejandro Sabella: regularidad y una idea de juego. Marcó, corrió y metió; terminó pagando en efectivo una victoria que estaba pagando en cuotas.
Fuente: CIELOSPORTS
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