viernes, 18 de marzo de 2011

Estudiantes goleó en la noche de sus delanteros

18.03.2011




Es un incorregible ya. A Estudiantes se le cruza una Copa y ahí nomás se enciende. Se desentiende hasta de los problemas futbolísticos que lo pueden estar acosando y saca a relucir entonces su estirpe de muy buen equipo.
Y en "la noche de los delanteros", como bien lo admitió al final el técnico Eduardo Berizzo, le hizo cinco goles a Guaraní de Paraguay, con tres del uruguayo Hernán Rodrigo López y dos del pigüense Leandro González, y se trepó, en soledad, al segundo lugar en el Grupo 7 de la Copa Libertadores, le sacó cinco puntos, cuando quedan seis en disputa, al tercero que es Deportes Tolima, el próximo rival, y quedó a un paso de la clasificación.
Hay que apresurarse en señalar que enfrentó al rival más débil del grupo, que ya se despidió de la competencia porque no ha sumado unidades hasta aquí, a quien le empezó a ganar no bien se puso en juego la pelota en el Estadio Ciudad de La Plata.
Los paraguayos descontaron en el complemento a través de su capitán Julián Benítez, cuando los locales jugaban con uno menos porque a los 6', en una acción tan inoportuna como descalificadora, Facundo Roncaglia se fue expulsado por aplicarle un codazo a Hobecker, en jugada intrascendente.
Fue un acierto del técnico albirrojo haber puesto desde el arranque a dos puntas, que le respondieron con lo que el equipo estaba verdaderamente necesitando, goles.
Los cuatro primeros, de cabeza, pero todos llegaron como producto de jugadas muy bien elaboradas, y el quinto, de González, fue a través de un zurdazo cruzado, inatajable para el golero Aurrecochea.
Así como González y López estuvieron encendidos, resultó determinante anoche el juego que desplegaron Verón y Braña, que equilibraron todo en lo que hace a juego y marca en el medio. Y todo eso fue demasiado para los paraguayos que a los 25' del primer tiempo ya perdían por tres a cero y, como venía el partido, a esa altura ya estaba todo liquidado, y Estudiantes se encaminaba a su sèptima victoria al hilo, de local, en la Copa.
Verón, con su gran visión del juego, había iniciado la acción previa de cada conquista, y después los puntas, atentos, decididos y ambiciosos, hicieron el resto, más allá de las tremendas ventajas que les otorgó anoche el fondo de Guaraní.
Tan mal jugó esa defensa que su entrenador lo sacó a Ithurralde para ponerlo a Joel Benítez, aunque ya era demasiado tarde.
Tanta fue la diferencia entre uno y otro, que hasta no pesó, por ejemplo, que Enzo Pérez no estuviera tan desequilibrante como en otros partidos, y que la defensa mostrara algunos desaciertos, como en el segundo tiempo, en donde Guaraní, además del gol de su capitán Benítez, llegó varias veces con peligrosidad hasta Orión.
Pero Estudiantes estaba seguro de lo que quería anoche, y aún jugando con diez por aquella torpeza de Roncaglia, anotó dos goles más vía López (otro cabezazo) y Leandro González (zurdazo cruzado al palo izquierdo) puso las cosas en su lugar, transformando aquel -3 que tenía en cuanto a goles, en un +1, y como llegó a los 9 puntos (Cruzeiro tiene 10), estaría necesitando de una unidad más para meterse en la próxima instancia copera.
Estudiantes, que ya había impuesto condiciones en el partido de ida ante los paraguayos (2-1), se dio el gusto anoche de emular aquel 5-1 ante el Aurich peruano de febrero de 2010, que ha resultado la máxima goleada en Copa del equipo albirrojo.
Pero, al margen de todo, se sacó de encima las dudas que parecían cercarlo, y si bien el rival fue muy endeble, la goleada sirve para recuperar la moral y demostrarse a sí mismo que sus atributos están intactos como para seguir pisando fuerte en el mayor torneo de esta parte del continente.


Fuente: Diario EL DIA

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