lunes, 9 de mayo de 2011

Estudiantes extravió el gol y así ganar es casi utópico

09.05.2011




Estudiantes, entre las muchas cosas que ha extraviado en este último tiempo, está también el gol. Y por eso, cuando levantó en algo su producción en el segundo tiempo, no pudo ayer quebrar el cero ante Lanús.
El equipo albirrojo, entre torneo local y Copa, ya lleva 464 sin gritos de gol, y ésta falta de contundencia se ha agregado en el debe del equipo que, a esta altura, ocupa más líneas que el haber, al tiempo que cada vez la punta del Clausura le va quedando más lejos, cuando ya quedó afuera de la Libertadores.
El conjunto de Eduardo Berizzo, además, lleva seis partidos sin ganar en el certamen afista, con tres derrotas y tres empates, y si bien quedó cerca de meterse en la próxima Sudamericana, éste posible logro no alcanzará para que el primer semestre del año cierre con alguna sonrisa.
En esta búsqueda sin pausas del entrenador albirrojo de dar con un equipo, de resolver una línea de juego y poder así volver a abrazarse a aquella seguridad defensiva y contundencia ofensiva de la que hacía gala no hace mucho, ayer otra vez recurrió a un par de modificaciones que, al final, no modificaron nada, o muy poquito.
Estudiantes y Lanús construyeron un partido de vuelo bajo en lo futbolístico porque a lo largo de los 90 minutos no encontraron la manera de cómo poder vulnerar al adversario.
El granate llegó un poco más en el comienzo, como que transformó en figura a Agustín Orión, y en el segundo Estudiantes, de haber tenido un poco más de peso en la ofensiva bien pudo haber dado el golpe, pero ni siquiera pudo sacar provecho de la expulsión del uruguayo Regueiro, que a los 19’ le entró fuerte con plancha a Federico Fernández y el árbitro Luis Alvarez lo expulsó con roja directa.
La falta de profundidad estuvo dada en que los volantes -muy intermitentes- aportaron poco para ello; la falta de contundencia para resolver las pocas situaciones propicias (la más clara, a los 7’ del segundo tiempo, la desperdició el solitario González rematando al cuerpo de Marchesín, el reemplazante del lesionado Caranta), y la poca llegada de los volantes y también de los laterales.
Está claro que el equipo se brindó, que pudo soslayar en parte el haber jugado pocas horas atrás en Asunción, con todo el cansancio físico y psicológico que significó el choque ante Cerro Porteño, y porque además no contó con figuras clave en su estructura como Braña y Verón, por ejemplo.
El empate los dejó casi marginados de la posibilidad de pelear por los primeros puestos, más allá que este Clausura puede deparar aún cualquier sorpresa. Pero lo que interesa realmente es poder desentrañar las causas de este momento declinante de Estudiantes, que ahora suma diez partidos sin ganar (entre Clausura y Copa).
Estudiantes no llegó en el primer tiempo porque lateralizó mucho su juego, porque tuvo a Leandro González muy solo arriba con el agravante que dispuso muchos volantes de marca y, entonces, acompañaron poco arriba. Mercado e Iberbia sorprendieron poco por los costados porque Benítez estuvo impreciso en los pelotazos. El equipo estuvo ordenado, sí, pero todo lo hizo dentro de una monotonía y sin cambio de ritmo.
Cuando se soltó, como en el complemento, entonces asomó la falta de definición, aunque solo dispuso de una sola chance de gol, esa que desperdició el pigüense González.
“Para ganar hay que convertir y nos está faltando justeza, o mejor, tranquilidad, en la definición”, fue la explicación que ensayó ayer el técnico Berizzo cuando se le preguntó por la falta de gol de su equipo. Dijo que esto tiene inquieto a los delanteros y que la manera de corregir este error es “seguir trabajando y buscando afinar la puntería”. Será así nomás.


Fuente: Diario EL DIA

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