30.05.2011
De la ilusión a la desesperanza, en Estudiantes, se puede pasar de un momento a otro. Sus hinchas llegaron ilusionados ayer al estadio Centenario quilmeño con la esperanza de ver un equipo recuperado por esos 30’ alentadores que jugó en el accidentado cotejo ante Huracán, pero volvieron a chocar con la triste realidad de que no consigue engranar e Independiente, con ser solamente un poco más coherente, le ganó 2-0 con total justicia.
Jugó mal el equipo de Berizzo en el primer tiempo, levantó algo en el complemento y dispuso de chances como para empatarle al Rojo, pero su juego volvió a sufrir otro cortocircuito y, no bien la visita pudo ampliar la diferencia, a todo el equipo lo ganó la desesperanza, mientras que en su tribuna adicta creció el malestar y los reproches, algunos bastante airados.
Leonel Galeano, con un golazo, abrió la cuenta para el equipo de Avellaneda cuando se cerraba ya el primer tiempo, y pasada la media hora del complemento Lucas Villafañez, en lucida gestión individual, estampó el 2-0 definitivo.
Estudiantes ya suma doce partidos sin ganar entre Copa y Clausura, y encima se ha cruzado este clima enrarecido con el técnico, del que ayer se escribió otro capítulo, especialmente luego del 2-0 y cuando el técnico sacó un delantero (López) para poner a otro (Auzqui), cuando se imponía relevar a alguno de los volantes.
La gente estalló, y el equipo, que anda sin rumbo en la cancha, terminó por descompaginarse del todo y, ya nunca más, pudo entrar en partido.
No tiene intensidad, siente los golpes, le cuesta armar juego, no acierta tres pases seguidos, desaprovecha oportunidades y cae rápido en el abatimiento. E Independiente, que fue simplemente coherente, que se mostró resuelto de mitad de cancha hacia adelante, se le fue animando de a a poco, y tras hacer los méritos suficientes (a los 28’ el árbitro Loustau le anuló un legítimo gol a Parra, que había resuelto bien habilitado ante Orión), pasó a ganar con un remate con mucha rosca de Galeano que se le metió a Orión abajo, junto a su palo izquierdo.
En el complemento el equipo albirrojo fue más intención que juego. Pero fue, llevado de la mano por Enzo Pérez, que actuó incluso en inferioridad física. El empate lo tuvo el propio mendocino a los 4’, pero Navarro le tapó dos remates consecutivos de gol y, en el tercer rebote, Pérez mandó la pelota por sobre el travesaño.
Pudo haber empardado a los 9’, con un córner que ejecutó el Chino Benítez desde la izquierda y que cabeceó Desábato entrando por la derecha, pero el cabezazo del Chavo que buscaba el parante derecho de Navarro fue salvado sobre la línea, con otro cabezazo, por Facundo Parra.
También Navarro se lució al taparle un mano a mano a Pereyra, a los 26’, y hasta allí llegó la arremetida de Estudiantes. Porque Independiente volvió a hacer pie en el campo de juego, y en una acción que inició Parra y se prolongó por la izquierda en Villafañez, el ex CAI, se sacó una marca de encima, entró al área, amagó con tirar al palo izquierdo pero le dio de derecha al palo de la misma mano de Orión, y allí se terminó todo.
Fuente: Diario EL DIA
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