Aunque aún falten cinco fechas para finalizar el Torneo Clausura y pese a que aún tiene un año más de contrato, las horas de Eduardo Berizzo al frente del equipo de Estudiantes empiezan a estar contadas.
¿Qué significa esto? Simplemente que podría estar planeándose una salida de forma prolija del técnico una vez que finalice la competencia, que tuvo al Pincha alejado de la pelea importante, eliminado en la Copa y lejos en el campeonato.
Las razones están: una de ellas, tiene que ver con la falta de identificación de parte del grupo, sobre todos los referentes, con la metodología de trabajo. Ellos reconocen que están muy cómodos, pero falta un plus que tiene que ver con esa mística del club.
Dentro de su manera de trabajar, donde no hay conformidad es con el trabajo físico, que de forma directa o indirecta, viene ocasionando sucesivas lesiones de tipo muscular, producto de la sobrecarga de entrenamientos muy intensos.
Lo de hoy, con varios de los referentes quedando afuera por cuestiones diversas para un partido de la relevancia y las sospechas como el del sábado, parece una gota más en esa relación.
Por el lado dirigencial, desde hace un tiempo y producto de los malos resultados obtenidos, pensando en la profunda renovación del plantel, no sería el Toto el indicado para llevarlo a cabo.
Y en otro orden, es el propio Berizzo quien tras el último partido mostró una cierta falta de fuerzas, advirtiendo que "me siento mal, responsable e incómodo con la situación. No me agrada para nada, pero la comparto con los jugadores que dan todo".
Con todos estos factores, los días estarían contados para el entrenador, lo que obligaría a una suspensión del contrato y una salida de forma prolija, sin lastimados y con el club de pie.
Algo similar a lo que ocurrió con Leo Astrada, cuando tras malos resultados decidieron que era un momento para separarlo, aunque con las diferencias de estilo: mientras el actual apuesta a algunos juveniles para comenzar a darle rodaje de primera, el Jefe castigaba a algunos que aún estaban en pleno crecimiento como Marcos Angeleri.
¿Qué significa esto? Simplemente que podría estar planeándose una salida de forma prolija del técnico una vez que finalice la competencia, que tuvo al Pincha alejado de la pelea importante, eliminado en la Copa y lejos en el campeonato.
Las razones están: una de ellas, tiene que ver con la falta de identificación de parte del grupo, sobre todos los referentes, con la metodología de trabajo. Ellos reconocen que están muy cómodos, pero falta un plus que tiene que ver con esa mística del club.
Dentro de su manera de trabajar, donde no hay conformidad es con el trabajo físico, que de forma directa o indirecta, viene ocasionando sucesivas lesiones de tipo muscular, producto de la sobrecarga de entrenamientos muy intensos.
Lo de hoy, con varios de los referentes quedando afuera por cuestiones diversas para un partido de la relevancia y las sospechas como el del sábado, parece una gota más en esa relación.
Por el lado dirigencial, desde hace un tiempo y producto de los malos resultados obtenidos, pensando en la profunda renovación del plantel, no sería el Toto el indicado para llevarlo a cabo.
Y en otro orden, es el propio Berizzo quien tras el último partido mostró una cierta falta de fuerzas, advirtiendo que "me siento mal, responsable e incómodo con la situación. No me agrada para nada, pero la comparto con los jugadores que dan todo".
Con todos estos factores, los días estarían contados para el entrenador, lo que obligaría a una suspensión del contrato y una salida de forma prolija, sin lastimados y con el club de pie.
Algo similar a lo que ocurrió con Leo Astrada, cuando tras malos resultados decidieron que era un momento para separarlo, aunque con las diferencias de estilo: mientras el actual apuesta a algunos juveniles para comenzar a darle rodaje de primera, el Jefe castigaba a algunos que aún estaban en pleno crecimiento como Marcos Angeleri.
Fuente: CIELOSPORTS
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