La paliza histórica que recibió Estudiantes es una consecuencia de lo que venía ocurriendo en las últimas semanas. Tantos cambios en poco tiempo podían terminar mal. ¿Se hizo todo lo necesario para evitarlos?
Se veía venir. Tarde o temprano, las esquirlas de la explosiva salida de Alejandro Sabella entrarían en escena.
Estudiantes, con los pergaminos del campeón argentino, patinó feo en las “arenas del yacaré”.
El resultado, tan abultado como lapidario, se desprende como consecuencia de los bruscos y repentinos cambios de las últimas semanas, que deberían haberse manejado con más cintura política.
Como aquel que en el verano abusa del aire acondicionado, el Pincha sintió el cimbronazo y cayó desplomado. Ahora está en cama, y busca recuperarse con la misma medicina que usó en los últimos cinco años: Juan Sebastián Verón.
Los hinchas, mientras tanto, siguen esperando respuestas:
“¿Por qué se fue Sabella?”, se pregunta la calle. Y nadie responde.
“¿En qué se basó la dirigencia para contratar tan rápido a Berizzo?”. Silenzio stampa.
“¿El nuevo técnico está en condiciones de resolver situaciones límite?”. ... (sic).
Por lo observado en las prácticas, está claro que el entrenador tiene una seria predisposición al trabajo. Tanta que, en cierto punto, su estrategia puede resultar contraproducente.
A la nueva forma de implementar los ejercicios (más intensivos y con distintas características), el técnico pretende que los defensores pasen a marcar más adelante y que los mediocampistas presionen en campo adversario. Eso, claro, antes no ocurría con la vehemencia que se vio el miércoles.
“Los cambios deben ser de manera gradual”, declaró públicamente en la previa.
En la cancha, sin embargo, pudo apreciarse otra cosa: Germán Ré quedó descolocado en cada contragolpe de Cruzeiro, mientras el Chavo Desábato pasaba al ataque como un delantero más.
¿Y los hinchas, mientras tanto? Mirando y esperando...
Los cinco goles del equipo mineiro fueron como puñaladas clavadas sutilmente en el corazón de cada simpatizante. Primero, Wallyson, despés, Roger. Y siempre festejaron los morochos...
“¿Qué me decís de Estudiantes?”, pregunta indignada mi abuela Coco.
Los hinchas, mientras tanto, siguen esperando...
Amparado en el temple de Verón, es factible que Estudiantes pueda salir adelante. Sobreponerse otra vez y retemplarse ante el duro golpe.
La Brujita es capaz de catapultar a Berizzo (como pasó con Sabella) a la cima del continente.
Para que ello ocurra, sin embargo, habrá que tener la sabiduría necesaria para acusar recibo de lo ocurrido. Agotar las instancias para que no vuelva a repetirse una situación similar y sacar adelante el próximo compromiso.
Los hinchas, mientras tanto, se entusiasmarán esperando...
Fuente: Diario HOY
Estudiantes, con los pergaminos del campeón argentino, patinó feo en las “arenas del yacaré”.
El resultado, tan abultado como lapidario, se desprende como consecuencia de los bruscos y repentinos cambios de las últimas semanas, que deberían haberse manejado con más cintura política.
Como aquel que en el verano abusa del aire acondicionado, el Pincha sintió el cimbronazo y cayó desplomado. Ahora está en cama, y busca recuperarse con la misma medicina que usó en los últimos cinco años: Juan Sebastián Verón.
Los hinchas, mientras tanto, siguen esperando respuestas:
“¿Por qué se fue Sabella?”, se pregunta la calle. Y nadie responde.
“¿En qué se basó la dirigencia para contratar tan rápido a Berizzo?”. Silenzio stampa.
“¿El nuevo técnico está en condiciones de resolver situaciones límite?”. ... (sic).
Por lo observado en las prácticas, está claro que el entrenador tiene una seria predisposición al trabajo. Tanta que, en cierto punto, su estrategia puede resultar contraproducente.
A la nueva forma de implementar los ejercicios (más intensivos y con distintas características), el técnico pretende que los defensores pasen a marcar más adelante y que los mediocampistas presionen en campo adversario. Eso, claro, antes no ocurría con la vehemencia que se vio el miércoles.
“Los cambios deben ser de manera gradual”, declaró públicamente en la previa.
En la cancha, sin embargo, pudo apreciarse otra cosa: Germán Ré quedó descolocado en cada contragolpe de Cruzeiro, mientras el Chavo Desábato pasaba al ataque como un delantero más.
¿Y los hinchas, mientras tanto? Mirando y esperando...
Los cinco goles del equipo mineiro fueron como puñaladas clavadas sutilmente en el corazón de cada simpatizante. Primero, Wallyson, despés, Roger. Y siempre festejaron los morochos...
“¿Qué me decís de Estudiantes?”, pregunta indignada mi abuela Coco.
Los hinchas, mientras tanto, siguen esperando...
Amparado en el temple de Verón, es factible que Estudiantes pueda salir adelante. Sobreponerse otra vez y retemplarse ante el duro golpe.
La Brujita es capaz de catapultar a Berizzo (como pasó con Sabella) a la cima del continente.
Para que ello ocurra, sin embargo, habrá que tener la sabiduría necesaria para acusar recibo de lo ocurrido. Agotar las instancias para que no vuelva a repetirse una situación similar y sacar adelante el próximo compromiso.
Los hinchas, mientras tanto, se entusiasmarán esperando...
Fuente: Diario HOY
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