21.02.2011
Bien en el Clausura, mal en la Copa. Eso dice la actualidad de  Estudiantes, que ayer en un reducto que le ha caído muy bien en todos  este último tiempo como el Centenario quilmeño, pudo dar cuenta de un  alicaído conjunto "cervecero", con un oportuno gol de Gabriel Mercado en  el cierre del primer tiempo, y con puntaje ideal (6 unidades) pasó a  compartir momentáneamente la punta del Clausura con el sorprendente  Olimpo de Bahía Blanca.
Tras jugar un flojísimo primer tiempo, en  donde ausencias al margen (Verón, Braña y la Gata Fernández) el equipo  se mostró muy errático e impreciso en el manejo del balón, y recién pudo  dar el paso adelante cuando Quilmes, sobre la media hora del primer  tiempo, se quedó con un hombre menos por la expulsión de su volante  central Enzo Kalinski.
Fue entonces cuando, gol al margen, se  pudo ver lo mejor del equipo albirrojo, que pasó a manejarse bien con el  contragolpe, y apoyándose en el buen rendimiento de Enzo Pérez, logró  justificar la ventaja, que pudo haber ampliado pero que los palos le  impidieron en tres oportunidades.
Los primeros 45 minutos fueron a  puro tedio. Los dos se complotaron en ver quién se equivocaba más, así  escasearon las situaciones de riesgo sobre las vallas, y el que más  extrañó sus ilustres ausencias fue el visitante, que nn conseguía  manejar correctamente la pelota.
Así,  el punta Hernán Rodrigo López pasó a ser una figura decorativa porque  nunca llegó limpio un balón, y todo giraba en pelotazos, intentos  individuales sin claridad y nada de profundidad.
La expulsión de  Kalinski, tras dos infracciones contra el mendocino Pérez, le dio algo  de respiro a Estudiantes, más allá que Quilmes, que arrastra muchos  problemas individuales y colectivos, nunca llegó a apremiar seriamente  al golero Orión.
Ya se iba el primer tiempo en el Centenario  cuando Ré levantó un centro al área desde la izquierda. López no pudo  cabecear y le quedó a Mercado, el sorprendente goleador del equipo, que  tras dominarla y girar para sacarse una marca de encima, despidió un  remate cruzado de derecha que dejó sin chance al golero Hernán Galíndez.
En  desventaja y con un hombre menos, el técnico Madelón gastó enseguida  los tres cambios, pero no modificó nada. Tuvo que ir en procura del  empate y dejó espacios atrás, que Estudiantes aprovechó, aunque no pudo  liquidar mucho antes el pleito.
Con Leandro González en cancha en  lugar del uruguayo López, la visita se mostró más incisivo, ya que  Pérez rompía seguido por la izquierda, y varios se amigaron un tanto con  la pelota, caso Barrientos y el Chino Benítez.
Así, hubo un  cabezazo de Desábato que se estrelló en el travesaño; otro de González,  tras centro de Pérez, que pegó en el palo izquierdo, y finalmente otro  remate cruzado del pigüense que rebotó en la base del palo de la mano  izquierda de Galíndez.
Fue entonces cuando el equipo del Toto  Berizzo justificó la ventaja, porque llegó más y porque mejoró en su  funcionamiento colectivo, a partir que se afirmó mejor en el medio, en  donde en el arranque se había mostrado poco confiable y seguro.
Quilmes  se fue muriendo en su propia impotencia. Apenas llegó una vez con un  centro cerrado de Gervasio Núñez que Matías Sánchez salvó de cabeza  sobre la línea, a poco de iniciado el complemento.
La victoria,  aunque sin muchas luces, sirvió en cierta manera para curar las heridas  del 0-5 del último miércoles ante el Cruzeiro, pero ahora, con la  motivación de seguir puntero en el Clausura, deberá ratificar que sigue  entero cuando, en pocas horas más, por la Copa, estrene el remodelado  Estadio Unico ante el colombiano Deportes Tolima.
Fuente: Diario EL DIA


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