martes, 14 de diciembre de 2010

No se le chispoteó

14.12.2010


“Esta vez le tenemos que agradecer a Gimnasia porque nos dio una mano para ser campeones”, reconoció el Chavo Desábato en un gesto sorprendente.

La voz se arrastra. El sonido de las palabras es rasposo, signo inexpugnable: la noche fue larga. Desde que Lunati terminó el partido que le dio a Estudiantes un nuevo título, Leandro Desábato fue uno de los que más lo festejó. El día después, tras una caravana de las inolvidables (“me acosté como a las cinco, je”), el Chavo tuvo la suficiente coherencia para recordar con seriedad y buena leche al rival de toda la vida, el que le sacó un empate a Vélez que terminó siendo decisivo para el título. “La verdad que jugaron muy bien ese partido, así que esta vez le tenemos que agradecer a Gimnasia porque nos dio una mano para que podamos ser campeones”, sorprendió el defensor.
Emocionado pese a las horas transcurridas, en la charla con Un Buen Momento (radio La Red) el central casi se quiebra. Y el motivo fue uno: “Acá tengo un grupo de amigos, tal vez viví con ellos más tiempo que con algún hermano y eso es increíble. Entonces, cuando entrás a la cancha rendís al máximo porque tenés un compromiso con tus amigos”. Y el tono no varió al recordar a Sabella. “Alejandro no fue cabeza dura, el año pasado teníamos un ida y vuelta que apabullaba, porque ganábamos claramente. Ahora fue distinto, él habló con nosotros, teníamos que cambiar y ser inteligentes. Es un técnico al que no se le caen los anillos, humilde y sincero. Lo abracé y le dije ‘perdoname si alguna vez discutimos porque yo soy medio calentón en la cancha, en el vestuario, y quiero que te quedes siempre en Estudiantes: ojalá que yo pueda terminar la carrera con vos’. Me enseñó mucho en lo humano y eso quedará toda la vida”, contó. Y adelantó que desea terminar su carrera en el Pincha: “Quiero devolverle más cosas”.

Fuente: Olé

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