jueves, 23 de diciembre de 2010

"No me considero un héroe, pero luché para estar bien en lo poco que podía jugar"

23.12.2010


Desde Uruguay, donde descansa y se prepara para volver con todo en 2011, el delantero contó todo lo que vivió en un semestre que terminó con la vuelta olímpica de Estudiantes

En Uruguay, con la tranquilidad de haber convertido los dos goles que le dieron a Estudiantes el campeonato, Hernán Rodrigo López ya puede empezar a dejar atrás esa lesión que lo persiguió durante todo el semestre, que no le dio paz, y que lo obligó a jugar muy poco.
Por estos días, el Roro está descansando en las afueras de Montevideo, en la tranquilidad de un barrio en la Costa de Oro, en el camino que une la capital uruguaya con Punta del Este. Y mientras se prepara para volver con todo en 2011, hizo un repaso de todo lo vivido en una entrevista con El Clásico de Radio Gol.
“Lo que hizo este grupo fue muy meritorio. Durante todo el semestre tuvimos problemas físicos, al punto que entre nosotros hablábamos y no lo podíamos creer. Encima eran lesiones que no son comunes en el fútbol. Parecía que estábamos embrujados, pero ahí quedó demostrada la mano del técnico que siempre mantuvo la tranquilidad, y floreció el carácter de los jugadores que respondieron en todo momento, pese a que jugaban infiltrados o no estaban al cien por ciento”, fue lo primero que dijo el delantero charrúa sobre el título logrado.
-¿Qué podés decir ahora de la lesión que tuviste que superar?
-Nunca tuve una lesión tan caprichosa o tan larga, porque estaba previsto que fueran 45 días de recuperación, pero terminaron siendo cuatro meses. Y en ese momento, me acordaba de los jugadores como Palermo y Fuertes que tuvieron que reponerse de lesiones importantes, y yo me decía que tenía que poder. Hoy no estoy al cien por ciento, pero voy a llegar bien a la pretemporada.
-¿Estabas enojado con alguien?
- No, no estaba enojado, lo que pasa es que la gente a veces no conoce la interna o no sabe bien cómo es una lesión, y a mí me llegaban los comentarios de que yo había venido roto, pero ningún cuerpo médico va a permitir comprar a un jugador roto. Yo tuve una limpieza de la rótula, a mí no me operaron ni de los ligamentos ni de los meniscos, y fue una operación programada con los doctores de Vélez seis meses antes. Como venía el parate del Mundial y teníamos dos meses de inactividad, entonces decidí operarme, porque eran 45 días de recuperación antes de volver a jugar. Entonces aproveché para hacerme la intervención, y en ese momento salió la transferencia a Estudiantes. Después la rehabilitación y la recuperación se hizo difícil, y lo que se habló es entendible, porque la gente quería verme jugando. Yo estaba fastidioso por no poder jugar, pero no me enojé con nadie.
-¿Cómo la luchaste estos meses?
- Ya le luché mucho para poder estar bien físicamente en los minutos que me tocaba jugar. Me costó mucho el crecimiento del músculo, porque al no tener la musculatura ideal no podía jugar más de 20 o 30 minutos. O jugaba ese tiempo o paraba completamente, y esperaba hasta el torneo que viene. Por eso, decidimos que mis entrenamientos fueran cortos para que el cuerpo técnico pudiera tenerme 20 o 30 minutos, y salió bien porque en los últimos partidos pude jugar y aportar lo que sé hacer.
-Entonces vos ya sabías que no ibas a jugar más de 20 minutos...
- Yo ya lo sabía porque lo habíamos hablado con el preparador físico. Como la musculatura no era la misma en las dos piernas, si yo me pasaba de entrenamiento podía correr el riesgo de lesionarme. Entonces tenía que entrenar poco tiempo, y si el equipo hacía 40 minutos de fútbol, yo podía hacer la mitad. Y yo sabía que en los partidos estaba para jugar 20 minutos. Y tengo que esperar a la pretemporada para ponerme bien y a la par del resto. Ahora estoy haciendo fortalecimiento en el gimnasio para llegar mejor, pero si hacía esto durante la semana, no hubiera podido jugar.
-¿Los goles contra Arsenal fueron los más importantes de tu carrera?
- No sé si fue el más importante, pero seguramente va a quedar marcado en mi carrera. No me considero un héroe como se habló, pero me tocó meterla a mí. Tuve la suerte de que me tocara hacer el gol en el último partido, pero los goles valen lo mismo tanto en el primer partido del campeonato, como en el último.
-Pero lo gritaste con el alma... Como un gol de campeonato...
- En ese momento me nublé y lo grité como me salió... Algunos programan los festejos de los goles, pero yo no. En el primer gol lo festejamos con una montaña de jugadores, y no faltó nadie. Creo que hasta Sabella estuvo en el festejo. Fue como un desahogo, porque sabíamos que no se nos iba a escapar el título. Y en el segundo, lo grité como me salió porque con ese gol cerramos el partido y nos sentimos campeones.
-¿Qué te hablaron los más grandes cuando llegaste al plantel?
-Cuando yo llegué me di cuenta dónde estaba. Estudiantes es un club con historia y prestigio. Desde afuera, lo veía muy bien, y cuando me tocó entrar al grupo me quedó claro que se trabaja con amor propio, sacrificio, esfuerzo y concentración. Son cosas que este grupo tiene y está acostumbrado a lograr a partir de esas virtudes. Lo que hizo cada jugador por querer estar en cada partido fue increíble, pese a las dificultades físicas.
-¿Qué podés decir de Alejandro Sabella?
-Yo tuve técnicos importantes y muy buenos, y creo que Sabella está entre los mejores, como el Tata Martino, Nery Pumpido, Markarian, todos técnicos que tuve en mi carrera. Yo creo que lo está haciendo muy bien. Ya tiene dos títulos en Estudiantes, y no es fácil. Y trabaja muy bien con sus colaboradores.
-¿Te ilusiona jugar la Copa Libertadores con un equipo con aspiraciones?
- Sí, me ilusiona, y me estoy preparando para llegar bien. Está bueno que nos haya tocado una
zona difícil porque te lleva a prepararte bien desde el principio, y porque desde ahora ya estamos pensando en los rivales. Es una motivación muy grande jugar la Libertadores, y si es con rivales de jerarquía, es más lindo.

Fuente: Diario HOY

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