viernes, 31 de diciembre de 2010

"Empecé en el fútbol por el Loco Gatti"

31.12.2010


Braña recibió el premio Olé al mejor del 2010 y reveló quién fue su inspirador de chico. Su inicio en el hockey, la lucha de su viejo, su paso por el Rojo y su vida en Estudiantes...

Tengo dos premios de golf y ahora éste, je. Así que imaginate... Lo valoro mucho”. Rodrigo Braña, campeón de perfil bajo al fin de cuentas, deja pasar la última medalla que le cuelga en el pecho. También la de la Libertadores 09. En realidad, el premio de Olé va por otro lado, por el del reconocimiento. No es habitual que un volante central, lejos de los flashes de las figuras, reciba uno como el mejor promedio. Al Chapu le tocó, en definitiva, en un 2010 en el que terminó en andas y hasta pudo estar en el Mundial.
-Ya tenés dos premios, ¿sos crack en el golf? -Crac hago los palos, je. Me defiendo, es un deporte de mucha práctica y yo mucho no se la puedo dar. Pero me apasiona.
-Golf, hockey, pesca, sos un polideportista...
-Jaja, no. Al hockey jugué de chico. Era bueno, habilidoso, un wing. Lo que pasa es que mi familia es toda del hockey. Mis dos hermanos más grandes jugaron siempre a ese deporte y yo arranqué con ellos.
-Qué curioso. En hockey eras un habilidoso...
-Y en fútbol todo lo contrario, jaja. Lo que pasa es que uno se juega con las manos y el otro con los pies. Es distinto. Aunque luego me decidí por el fútbol y cambié la tradición de la familia. Mi viejo, chocho.
-¿El quería que fueras jugador de fútbol? -Cuando le dije, se puso loco. Y fue el que más me bancó. Laburaba de mozo, tenía un puesto de diarios y luego me llevaba a entrenar. No paraba.
-Habrá soñado con verte en la tapa de un diario...
-Yo creo que soñaba de de las ganas que tenía de dormir. No pegaba un ojo por llevarme a todos lados. Pero de chico eso no lo valorás. Ahora digo cómo no le pegaba un abrazo o no se lo reconocía...
-¿Te vio jugar? -Por suerte me vio debutar en Primera, en Quilmes. Y es el recuerdo que más me llena. El esfuerzo que yo hago fue el que él hizo.
-¿De chico qué jugador querías ser? -El Loco Gatti.
-¿En serio? -Sí, me encantaba. Yo empecé en el fútbol por el Loco Gatti. Porque quería atajar, aunque no me diera la altura, je.
-¿Y te fuiste a probar? -Sí, pero como había muchos en el arco me mandaron al medio. Ahí me salvaron la vida, je.
-¿Por qué quedaste libre de Independiente? -Por el físico. Estuve cinco años, hasta la Octava. Después me fui a Quilmes. Pero no se puede decir: “Uy, mirá cómo te dejaron ir”, porque en ese momento quizá no estaba jugando bien y era la mitad de lo que soy ahora...
-¿El jugador de ahora llega más fácil a Primera? -Yo creo que sí, pero por necesidades del fútbol mismo. Hoy un pibe de 16 ó de 17 ya va a adentro. Pero mantenerse sigue siendo igual de difícil. Ahí está el problema: muchos llegan y piensan que ya está.
-¿Sos un jugador diferente al que llegó a Estudiantes en el 2005? -Sí, por la experiencia, los partidos... La realidad es que siempre podés hacer más completo tu juego, pero necesitás un equipo que te respalde. Y yo lo tuve. Cuando sabés que tu compañero no falla, cuando el que va a cabecear, cabecea... Es más fácil.
-Vos eras ocho, ¿pensaste que ibas a rendir tan bien de cinco? -Siempre me gustó jugar de cinco. En Quilmes jugué de doble cinco con Meléndez. Acá en Estudiantes, es cierto, vine de ocho y fue Simeone quien me puso donde juego hoy. Me ayudó a perfeccionarme.
-¿A vos te llegó tarde el reconocimiento? -Me llegó cuando me tenía que llegar. Estoy contento con lo que hice, interiormente me siento pleno. No me puedo quejar. Nunca lo hice. Hay que dar y a la larga vas a recibir.
-¿Qué no se dice de vos y sí de otros? -No sé, no es algo que me importe mucho. A todos nos gusta que nos quieran, pero entiendo el fútbol como un juego de equipo.
-¿Cómo pensás que te iría en Boca o en River? -Igual... Bah, todos saben que Boca y River tiene mucha prensa, exigen mucho tiempo. Es así. Mi viejo, que era canillita, decía: “Ganó Boca, se venden todos los diarios”. Pero no sé cómo sería. Yo no llegué y para llegar a Boca o a River algo tenés que hacer.
-¿Pero cuántas veces te dijeron que eras un jugador para esos equipos? -Me dijeron, pero de ahí al hecho... Sin haber jugado, ponerse esa camiseta no es para cualquiera. Debe ser un desafío grande.
-¿Y ese desafío no te vuelve loco o ya está? -Estoy contento así, no me imaginé este presente en Estudiantes. Hoy estar seis años en un club no es fácil. Y me mantuve, ganamos cosas. Sería difícil verme en Boca o en River. Cuando era pibe sí, era un deseo enorme. Y si bien en el fútbol todo puede pasar, a los 31 años, con esta tranquilidad... Sería algo raro.
-¿Cómo es ser el socio de Verón? -¿En el fútbol? Me gustaría en lo económico, je. La Bruja nos potenció a todos. Jugar al lado de un jugador de su jerarquía, a mí me vino bien. Yo le voy a estar siempre agradecido. Y entre todos logramos cumplir ese sueño que él tenía cuando volvió a su club.
-¿Qué sentiste cuando dio parte de su contrato para que no te vendieran a México en el 2009? -Uff, el compromiso de tratar de no fallarle. Porque esas cosas no se dan siempre. El Chavo (Desábado) y Agustín (Alayes) también querían que me quedara pero no pusieron un peso, jaja. Más allá de la plata, lo importante fue el gesto.
-¿Se le puede copiar algo a Verón? -Es difícil. Si querés pegarle como él no te va a salir.
-Igual, hubo partidos en que te vestiste de él.
-¿Qué me voy a vestir de él? Me pongo colorado.
-Con River, por ejemplo.
-Puedo tratar de empujar, de desdoblarme para cubrir un poco la ausencia de un jugador de tanta jerarquía... Pero para jugar de él está el Chino Benítez, que tiene características más parecidas. Y con River todos hicimos un partidazo.
-¿Vas a ser técnico? -Voy a tratar. Me gustaría. Hay una idea de hacer un cuerpo técnico con Desábato y Alayes.
-¿Es cierto que van a poner doble enganche y tres puntas? -Jaja, no, vamos a ser prolijos. Así se va a llamar el equipo. Pero ser buen jugador te va a llevar a ser buen técnico. Sí, al haber sido volante, uno puede manejar otros conceptos. Lo mismo el Chavo y Agustín en defensa. Pero después... El problema es qué les decimos a los delanteros, ja. ¡Pateen al arco de cualquier lado! Al menos son dos contra el resto...
-¿Tenés cábalas? -No, no.
-Raro en un club que tiene muchas.
-En realidad, este año usé un mismo slip y no le estaba dando bola hasta que en un partido me di cuenta que me lo había olvidado.
-¿Cuál? -Contra River. Y zafamos. Estaba escrito que íbamos a salir campeones, je.

Fuente: Olé

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