Al acuerdo que ya existía con el jugador se le terminó sumando la aceptación del equipo inglés. El Pincha hará una erogación cercana a 1.300.000 dólares.
Las gestiones que el propio Mauro Boselli estuvo encabezando en Inglaterra para lograr su salida a préstamo del Wigan fueron cobrando efecto en las últimas horas. Tan es así que ayer el club inglés comunicó su intención de ceder al jugador que hace dos semanas había acordado los términos de su contrato personal con Estudiantes.
De acuerdo con lo que se informó, el Pincha realizará una erogación de dinero inicial de 1.300.000 dólares por el préstamo y el contrato del jugador por el lapso de doce meses. Sin embargo, se comprometió a incrementar el monto del préstamo con el Wigan, en el caso de que Boselli pueda alcanzar un logro deportivo en su estadía con Estudiantes en los próximos doce meses. Es decir que si Estudiantes sale campeón del torneo local, la Copa Sudamericana o la Libertadores del año que viene, se verá obligado a pagarle una suma cercana a los 500.000 dólares más a lo pautado de antemano. En síntesis, en el mejor de los casos, el préstamo con el contrato le terminaría costando a Estudiantes 1.800.000 dólares, contemplando eventuales futuros festejos.
Cabe señalar que el jueves de la semana pasada el vicepresidente del club, Marcelo Malaspina, había aclarado que Boselli no entraba en el presupuesto, tal cual el requerimiento del Wigan. Desde ese momento se elaboró una nueva ingeniería financiera que permitió formalizar este nuevo ofrecimiento que contempla “los logros deportivos”. ¿Cuál es el negocio para el Wigan? Si Estudiantes se consagra en la Copa Sudamericana, o eventualmente en la Copa Libertadores, el delantero se va a revalorizar de manera inevitable. Y de este modo, Estudiantes se convertirá en una vidriera muy importante para pensar en una futura venta.
El Pincha, por su parte, apuntará a los certámenes internacionales, contemplando que además del prestigio, también generan importantes beneficios económicos con los ingresos por los premios alcanzados. A todos le cierra.
De acuerdo a lo previsto, Boselli estará viajando el próximo fin de semana a nuestro país para someterse a la revisación médica de rigor. La intención es que a partir del lunes pueda sumarse a los entrenamientos con sus nuevos compañeros.
Estudiantes esperaba para ayer el sí definitivo del Wigan, quien, como puede apreciarse, no se hizo esperar. Para que esto ocurra fue determinante la gestión que el propio jugador realizó con las autoridades del equipo inglés, a las que también se les habría sumado una gestión del empresario Junior Mazzoni, quien tendría un poder para negociar en nombre de Estudiantes tanto con el Wigan como con el Napoli de Italia por José Sosa.
Por ahora, Napoli rechaza los avales por Sosa
No aprobó las garantías de la financiación. El Pincha no tira la toalla
Pese al optimismo que reina en esferas dirigenciales, el Napoli de Italia no respondió ayer por la nueva contrapropuesta que realizó Estudiantes el lunes, que contempla la compra de más del 60 por ciento de la ficha del futbolista por un monto cercano a los 1.800.000 euros.
Si bien esa cifra ofrecida es incluso inferior a lo que tasó en Napoli el 50 por ciento del jugador (2.000.000 de euros), la principal traba radica en el plan de pagos que propuso Estudiantes para cancelar la operación.
Según se supo, la dirigencia habría sugerido la posibilidad de efectivizar ese monto de 1.800.000 euros en doce cuotas bimestrales que terminaría de pagar en junio del 2013.
Es decir que a partir de este momento, el Pincha pretende pagar cada dos meses una suma cercana a los 150.000 euros por el porcentaje convenido, saldando el plan de pagos dentro de dos años o 24 meses.
El problema es que el Napoli rechazó los avales que presentó Estudiantes en la oferta anterior, y que serían los mismos que adjuntan ahora para sostener esta financiación.
De este modo, se espera una nueva manera de solventar el pago del jugador en las próximas horas.
Ante la dilatación que ha tenido la operación se han disparado dos versiones bien claras
y definidas.
La primera es que Estudiantes (en contra de lo que pretende Russo), sigue negociando el precio porque sabe que va a traer el jugador, con el riesgo de cerrar la operación sobre el cierre del libro de pases.
La segunda es que en realidad no hay un presupuesto armado para solventar la operación.
Fuente: Diario HOY
De acuerdo con lo que se informó, el Pincha realizará una erogación de dinero inicial de 1.300.000 dólares por el préstamo y el contrato del jugador por el lapso de doce meses. Sin embargo, se comprometió a incrementar el monto del préstamo con el Wigan, en el caso de que Boselli pueda alcanzar un logro deportivo en su estadía con Estudiantes en los próximos doce meses. Es decir que si Estudiantes sale campeón del torneo local, la Copa Sudamericana o la Libertadores del año que viene, se verá obligado a pagarle una suma cercana a los 500.000 dólares más a lo pautado de antemano. En síntesis, en el mejor de los casos, el préstamo con el contrato le terminaría costando a Estudiantes 1.800.000 dólares, contemplando eventuales futuros festejos.
Cabe señalar que el jueves de la semana pasada el vicepresidente del club, Marcelo Malaspina, había aclarado que Boselli no entraba en el presupuesto, tal cual el requerimiento del Wigan. Desde ese momento se elaboró una nueva ingeniería financiera que permitió formalizar este nuevo ofrecimiento que contempla “los logros deportivos”. ¿Cuál es el negocio para el Wigan? Si Estudiantes se consagra en la Copa Sudamericana, o eventualmente en la Copa Libertadores, el delantero se va a revalorizar de manera inevitable. Y de este modo, Estudiantes se convertirá en una vidriera muy importante para pensar en una futura venta.
El Pincha, por su parte, apuntará a los certámenes internacionales, contemplando que además del prestigio, también generan importantes beneficios económicos con los ingresos por los premios alcanzados. A todos le cierra.
De acuerdo a lo previsto, Boselli estará viajando el próximo fin de semana a nuestro país para someterse a la revisación médica de rigor. La intención es que a partir del lunes pueda sumarse a los entrenamientos con sus nuevos compañeros.
Estudiantes esperaba para ayer el sí definitivo del Wigan, quien, como puede apreciarse, no se hizo esperar. Para que esto ocurra fue determinante la gestión que el propio jugador realizó con las autoridades del equipo inglés, a las que también se les habría sumado una gestión del empresario Junior Mazzoni, quien tendría un poder para negociar en nombre de Estudiantes tanto con el Wigan como con el Napoli de Italia por José Sosa.
Por ahora, Napoli rechaza los avales por Sosa
No aprobó las garantías de la financiación. El Pincha no tira la toalla
Pese al optimismo que reina en esferas dirigenciales, el Napoli de Italia no respondió ayer por la nueva contrapropuesta que realizó Estudiantes el lunes, que contempla la compra de más del 60 por ciento de la ficha del futbolista por un monto cercano a los 1.800.000 euros.
Si bien esa cifra ofrecida es incluso inferior a lo que tasó en Napoli el 50 por ciento del jugador (2.000.000 de euros), la principal traba radica en el plan de pagos que propuso Estudiantes para cancelar la operación.
Según se supo, la dirigencia habría sugerido la posibilidad de efectivizar ese monto de 1.800.000 euros en doce cuotas bimestrales que terminaría de pagar en junio del 2013.
Es decir que a partir de este momento, el Pincha pretende pagar cada dos meses una suma cercana a los 150.000 euros por el porcentaje convenido, saldando el plan de pagos dentro de dos años o 24 meses.
El problema es que el Napoli rechazó los avales que presentó Estudiantes en la oferta anterior, y que serían los mismos que adjuntan ahora para sostener esta financiación.
De este modo, se espera una nueva manera de solventar el pago del jugador en las próximas horas.
Ante la dilatación que ha tenido la operación se han disparado dos versiones bien claras
y definidas.
La primera es que Estudiantes (en contra de lo que pretende Russo), sigue negociando el precio porque sabe que va a traer el jugador, con el riesgo de cerrar la operación sobre el cierre del libro de pases.
La segunda es que en realidad no hay un presupuesto armado para solventar la operación.
Fuente: Diario HOY
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