viernes, 15 de julio de 2011

Hace dos años levantaba la Copa en el Mineirao

15.07.2011

Con el fotógrafo de este medio (Sebastián Casali) llegamos temprano al Minerao -que hoy se encuentra en plena remodelación para la Copa Confederaciones de 2013 y la Copa del Mundo de Brasil 2014- en las adyacencias había una enorme cantidad de hinchas de Cruzeiro con camisetas azules, eufóricos y eso sí, tomando mucha cerveza. El estadio estaba vacío, pero de repente, cuando se abrieron las puertas, la gente colmó las gradas en pocos minutos con sobraba confianza con el empate (0-0) obtenido en La Plata, un semana antes, se podía observar con la venta del merchandising que hacía alusión al festejo anticipado de los brasileños.
Acomodado en el palco de prensa y cuando el chileno Carlos Chandía se encargó de dar el pitazo inicial, en las tribunas no cabía un alfiler: 65 mil personas alentaban sin parar con esa típica "entonación" de cada una de la "torcidas" de los cuadros brasileño. En tanto, los 4.500 hinchas de Estudiantes, que se llegaron hasta Belo Horizonte, se ubicaron todos en un mismo sector de un majestuoso estadio y desde ahí le hicieron el "aguante" al equipo Pincha dirigido técnicamente por Alejandro Sabella -ataviado de su inseparable campera marrón clarito-; mientras que el capitán, la Brujita Verón arengaba a sus compañeros.

DE ANDUJAR A LA GATA
Por un lado estaban Mariano Andújar, Christian Cellay, el Flaco Schiavi (que llegó a Estudiantes por la lesión de Marcos Angeleri), el Chavo Desábato, el Colorado Ré; Enzo Pérez, el Chapu Braña, Juan Sebastián Verón, el Chino Benítez; Mauro Boselli y la Gata Fernández conformando la alinación de Estudiantes; mientras que el entrenador de Cruzeiro dispuso los siguiente once titulares: Fabio (el arquero, gran figura en el partido de ida jugado en el Estadio Unico); Jonathan, Leo Silva, Thiago Heleno, Gerson Magrao; Ramires, Henrique, Marquinhos Paraná, Wagner; Kleber y Wellington Paulista.
Arrancó mejor Cruzeiro que en los primeros minutos se quiso llevar por delante a Estudiantes, mientras que el estadio era una verdadera "caldera". El conjunto albirrojo "pasó" esa embestida inicial hasta que se acomodó en la cancha e inclusive tuvo una buena oportunidad con Boselli que no le pudo entrar bien a la pelota. Al finalizar, la primera parte se fueron al descanso con tarjeta amarilla la Brujita Verón (que tenía una "cuenta pendiente" con Ramíres del partido anterior) y el Chapu Braña, pero con el marcador en blanco que conformaba a Pachorra Sabella y creaba preocupación entre los jugadores e hinchas del conjunto de Belo Horizonte.
Estudiantes tenía todo controlado. A los 6' de la segunda mitad llegó la apertura del marcador con un remate desde afuera del área de Henrique que se desvió en el Chavo Desábato y se metió abajo, junto al palo derecho del arco de Andújar, que pese al esfuerzo no pudo hacer nada. El conjunto albirrojo salió con todo de la mano de Verón y precisamente, la Brujita abrió una pelota para Cellay que lanzado por la derecha envió un centro que la Gata Fernández con un toque sutíl mandó el balón al fondo de la valla defendida por Fabio. En cinco minutos las cosas volvían a estar, como antes con el tanteador igualado, pero el Pincha se dio cuenta que era "su" momento y fue por más.
Sobre los 27 minutos, la Brujita Verón envió un córner desde derecha. Boselli, que saltó junto al Flaco Schiavi, ganó en lo alto y de cabeza anotó el segundo gol. Se desató un delirio colectivo entre la parcialidad albirroja y del propio delantero Pincha -junto al resto de sus compañeros, suplentes, el cuerpo técnico y colaboradores- que con esta conquista se transformaba en el máximo goleador de esa edición de la Copa Libertadores de América. En tanto, el resto del estadio quedó azorado y en silencio como no pudiendo entender lo que estaba sucediendo dentro de la cancha cuando tenían toda la fiesta preparada.
Claro que quedada algo más cuarto de hora por delante. El Pincha sabía que Cruzeiro iba a tirar toda la artillería y por eso se dedicó a aguantar. A muchos de los hinchas albirrojos se le "paro" el corazón cuando un disparo desde afuera de Thiago Ribeiro (había ingresado por Wellington Paulista) se estrelló en el ángulo derecho del arco de Andújar, cuando restaban instantes para el final, que llegó después de los 3 minutos adicionados con el pitazo de Chandia señalando la mitad de cancha. Estudiantes era otra vez Campeón de América por cuarta vez en su historia y después de 39 años de espera.

TAMBIEN ESTUVO PRESENTE
Todos lloraban de emoción, todos se abrazaban con aquel que tenían más cerca, todo era una locura. Algo difícil de explicar, mientras que los hinchas brasileños abandonaban el Mineirao despojándose de todo el merchandising que habían comprado en la previa que auguraban un triunfo de Cruzeiro, pero todos los flashes se fueron con los jugadores de Estudiantes. La Brujita y Caldera se pusieron una remera blanca con el número "2" en la espalda y una inscripción en el pecho que de decía: Ruso estás con nosotros, en honor al recodado Edgardo Prátola. Llegó el momento de la coronación, el presidente de la Conmebol, Nicolás Leoz le entregó el trofeo a Verón, lo alzó -casi se cae para atrás- volaron papelitos al aire y todo la alegría. La vuelta olímpica y la copa que pasaba de mano en mano de los futbolistas.
Aquel 15 de julio de 2009 quedará marcado a fuego para siempre en las páginas de gloria de Estudiantes. Ese equipo conformado por once Leones y conducido magistralmente de la parte técnico-táctica por Alejandro Sabella entró definitivamente entre las leyendas del fútbol argentino y mundial. Los festejos continuaron en la zona de vestuario y después en hotel. La delegación retornó al día siguientes a nuestro país donde se encontró en el Aeropuerto de Ezeiza con una multitud que lo acompañó hasta la ciudad de La Plata en una caravana interminable donde se unieron todas las generaciones de hinchas albirrojos desde aquellos que lo vieron campeón en la época de Osvaldo Zubeldía a los más chiquitos que se asombraban con semejante celebración.

Fuente: Diario EL DIA

No hay comentarios:

Publicar un comentario