Ni bien se enteró que Estudiantes lo quería repatriar, Mauro Boselli hizo mucha fuerza para volver a ponerse la casaca rojiblanca. Quizá sin las ganas que puso el propio jugador de su parte hoy no estaría en el país, ni tampoco habría comenzado a entrenar desde el sábado pasado en el Country Club con el plantel que tiene como entrenador a Miguel Angel Russo.
Boselli fue a Inglaterra. Habló con el director técnico de Wigan -el español Roberto Martínez-, insistió una y otra vez. Nunca bajó los brazos hasta que el club inglés dio la aprobación para que venga a Estudiantes. Claro que no fue una negociación fácil y que también significó una erogación importante de dinero por parte de Estudiantes a cambio del préstamo por un año.
UN "NUEVE" DE JERARQUIA
Se dice que lo que cuesta vale y ahí Miguel Angel Russo tienen a ese "nueve" de categoría, goleador y con jerarquía que dejó su sello en Estudiantes con sus conquistas. La gente le hizo sentir ese cariño y reconocimiento con el aplauso y coreando su nombre, cuando el sábado pasado saltó a la cancha principal del Country Club de City Bell para realizar pasadas de velocidad; mientras que el equipo disputaba el amistoso contra Unión de Santa Fe.
"Tenía ganas de volver a la Argentina al igual que mi señora. Sabemos lo que es Estudiantes para mí y lo que significa. En su momento hablé con mi representante porque la idea era quedarme en Europa, pero charlando acá con mis compañeros, mi familia y con todos me volvieron las ganas de regresar al club. Le quiero agradecer a la dirigencia, porque hizo un gran esfuerzo y también a la gente del Wigan porque no fue una negociación fácil", remarcó.
Mauro Boselli, pese a no ser un futbolista forjado en la divisiones menores del club, tiene ese sentido de pertenencia de aquellos que alguna vez se pusieron la camiseta albirroja. Por todo eso sus ganas de volver. "Me recibieron de la mejor manera -siguió diciendo el delantero-, como si no me hubiese ido nunca. Conozco al grupo, a los médicos, utileros, a todos, pasó un año nada más. Ahora lo más importante es ponerse a entrenar y que arranque el torneo cuanto antes, porque no veo la hora de jugar", reconoció el jugador.
SE SALE DE LA VAINA
Durante la temporada pasada, Mauro Boselli no tuvo la continuidad suficiente en el fútbol de la Premier League de Inglaterra junto a Wigan; mientras que los últimos seis meses actuó en el Calcio italiano con la camiseta de Genoa junto a Rodrigo Palacio. "Estoy muy bien, llevo una semana más de trabajo que la que llevan acá porque empecé a entrenar sólo y después estuve con el Wigan, así que estoy con muchas ganas de que empiece todo", concluyó.
Boselli, un hombre de goles importantes con la camiseta albirroja. Solamente basta mencionar el tanto que señaló en el Estadio Mineirao que le posibilitó a Estudiantes coronarse campeón de la Copa Libertadores de América 2009 por cuarta vez y después de casi cuarenta años. El atacante nacido en el barrio porteño de Barracas fue goleador de ese certamen continental al igual que en el Clausura 2010. Ahora está de vuelta. Regresó entusiasmado y con ganas de repetir.
Boselli fue a Inglaterra. Habló con el director técnico de Wigan -el español Roberto Martínez-, insistió una y otra vez. Nunca bajó los brazos hasta que el club inglés dio la aprobación para que venga a Estudiantes. Claro que no fue una negociación fácil y que también significó una erogación importante de dinero por parte de Estudiantes a cambio del préstamo por un año.
UN "NUEVE" DE JERARQUIA
Se dice que lo que cuesta vale y ahí Miguel Angel Russo tienen a ese "nueve" de categoría, goleador y con jerarquía que dejó su sello en Estudiantes con sus conquistas. La gente le hizo sentir ese cariño y reconocimiento con el aplauso y coreando su nombre, cuando el sábado pasado saltó a la cancha principal del Country Club de City Bell para realizar pasadas de velocidad; mientras que el equipo disputaba el amistoso contra Unión de Santa Fe.
"Tenía ganas de volver a la Argentina al igual que mi señora. Sabemos lo que es Estudiantes para mí y lo que significa. En su momento hablé con mi representante porque la idea era quedarme en Europa, pero charlando acá con mis compañeros, mi familia y con todos me volvieron las ganas de regresar al club. Le quiero agradecer a la dirigencia, porque hizo un gran esfuerzo y también a la gente del Wigan porque no fue una negociación fácil", remarcó.
Mauro Boselli, pese a no ser un futbolista forjado en la divisiones menores del club, tiene ese sentido de pertenencia de aquellos que alguna vez se pusieron la camiseta albirroja. Por todo eso sus ganas de volver. "Me recibieron de la mejor manera -siguió diciendo el delantero-, como si no me hubiese ido nunca. Conozco al grupo, a los médicos, utileros, a todos, pasó un año nada más. Ahora lo más importante es ponerse a entrenar y que arranque el torneo cuanto antes, porque no veo la hora de jugar", reconoció el jugador.
SE SALE DE LA VAINA
Durante la temporada pasada, Mauro Boselli no tuvo la continuidad suficiente en el fútbol de la Premier League de Inglaterra junto a Wigan; mientras que los últimos seis meses actuó en el Calcio italiano con la camiseta de Genoa junto a Rodrigo Palacio. "Estoy muy bien, llevo una semana más de trabajo que la que llevan acá porque empecé a entrenar sólo y después estuve con el Wigan, así que estoy con muchas ganas de que empiece todo", concluyó.
Boselli, un hombre de goles importantes con la camiseta albirroja. Solamente basta mencionar el tanto que señaló en el Estadio Mineirao que le posibilitó a Estudiantes coronarse campeón de la Copa Libertadores de América 2009 por cuarta vez y después de casi cuarenta años. El atacante nacido en el barrio porteño de Barracas fue goleador de ese certamen continental al igual que en el Clausura 2010. Ahora está de vuelta. Regresó entusiasmado y con ganas de repetir.
Fuente: Diario EL DIA
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