sábado, 2 de abril de 2011

El lado V

02.04.2011


Así se llama la biografía de la Bruja Verón, que se lanza hoy. Olé te anticipa las anécdotas más picantes y polémicas del libro...

"Vas tener tres hijos, todos de buena estrella. Pero uno va a tener una especial, brillante. Una estrella que lo va a destacar en la vida...”. Su mamá aún se estremece con el relato. Como si fuera ayer que esa señora griega, vestida de negro, le cantó el destino con una borra de café. No podría llamarla bruja... Pero no la conocía. Ni siquiera estaba embarazada. Cecila Portella tuvo tres hijos con Juan Ramón Verón y uno, sí, brilló con luz propia: lo llamaron Juan Sebastián. Su historia, desde antes de su propia gestación, es parte de un nuevo libro de editorial Sudamericana: “El lado V”, que se lanza hoy, desnuda al ídolo. Y lo llena de anécdotas: Bilardo, Menotti, Bielsa, Diego, Messi, Beckham y hasta Sorin...
Su amigo, el crack: una vez, sin que nadie lo supiera, Messi anduvo por La Plata. “Quiero comer algo distinto”, pidió. Y Verón se puso al frente de su parrilla: le hizo un asado para él y su hermano Matías. Cuando llegó, Leo no lo podía creer. Y así empezaron una relación que todavía hoy conservan.
Bielsa: el DT le propuso a sus jugadores una votación para elegir la forma de marcar. Todos de acuerdo, escribieron hacerlo con cuatro atrás. Cuando Bielsa hizo la recolección, ese sistema ganó por robo. “Y ahí nos dijo”, cuenta JSV: “Esto demuestra cuál es el módulo preferido de ustedes. Les quiero decir, entonces, que vamos a jugar con tres. Y se fue...”.
Bilardo: Una mañana, Verón llegó tarde a una práctica. El Narigón buscó un testigo y lo retó: “Perdoneme, me quedé dormido”, fue la excusa. “Pibe, pibe, pibe, nos van a echar a los dos”, la respuesta. Insistió, la Bruja, con sus disculpas. Y el Doc, con su idea fija: “Pibe, pibe, pibe, nos van a echar a los dos. Así que empezá a jugar”.
Menotti: En Sampdoria, al Flaco lo miraban raro por sus modos. Y por la pretemporada: mucho fútbol, poco físico. Y un día, cuenta la Bruja, se le plantaron: “‘Míster, necesitamos correr más, así nos vamos a morir físicamente”. Y el Flaco respondió: “Cuando esto se juegue en una montaña, ahí vamos a correr. Mientras se juegue con esto (la pelota), nos entrenaremos con esto”.
Su mamá: “Todos conocen a mi viejo. Pero la que hizo todo el sacrificio fue mi vieja. Ella se bancó todo. Y yo se lo reconozco. Por eso hablar de mi mamá me emociona mucho”.

Fuente: Olé

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