El DT utilizó esa frase como latiguillo en la conferencia de prensa tras la eliminación en la Copa. ¿El mensaje apunta a los referentes del plantel?
A la hora de analizar y reflexionar sobre el presente de Estudiantes, no puede soslayarse la postura del entrenador Miguel Angel Russo a la hora de afrontar los micrófonos y brindar las explicaciones sobre el momento del equipo.
Tal cual había ocurrido en la conferencia de prensa previa al partido contra Lanús, consumada la eliminación con Arsenal en la Copa, el DT machacó una y otra vez sobre “el final de un ciclo”.
A priori, más allá de estar instalada en el ambiente la idea de que el técnico no está firme en el cargo y que la reacción de la gente en los próximos dos partidos de local será determinante para que tome la decisión de dar un paso al costado, el mensaje estaría apuntado a los referentes del plantel.
“Los buenos momentos ya quedaron atrás”, había sostenido el jueves pasado en el Country, dejando entrever que futbolistas como Leandro Desábato, Juan Sebastián Verón y Rodrigo Braña estarían cumpliendo un ciclo en el club.
“Estudiantes es así; hay que ponerse de pie rápidamente”, continuó explicando el técnico.
Lo paradóigico de esta postura es que el presente deja en evidencia que el club apostó otra vez a reforzar el plantel priorizando las ambiciones deportivas. La pregunta entonces cae por decantación: ¿el ciclo al cual se refiere Russo empezó a terminarse en este mes y medio de competencia o ya se estaba terminando cuando se sumaron diez refuerzos para pelear los dos torneos hasta el final?
Por estas horas, las excusas de algunos fundamentalistas con vínculos cercanos al entrenador llegaron a límites impensados, criticando la forma de juego de Arsenal, equipo que terminó ganando la llave de la Sudamericana con dos goles de pelota parada en el partido que se jugó en Sarandí. ¿Acaso no fue Estudiantes el que sacó rédito históricamente de esta estrategia cuando realmente se trabajó a conciencia en City Bell?
¿Cuánto hace que el equipo no gana un partido con una jugada preparada? Para el caso, hay que remontarse a la era Sabella, cuando en instancias decisivas, el equipo se impuso con autoridad a River en el estadio Monumental, aquella calurosa tarde de noviembre de 2010. Con todos los elementos sobre la mesa, el mensaje de Russo parece encontrar un nuevo destinatario: el propio entrenador.
Los partidos con Tigre y Argentinos serán la bisagra para medir la paciencia de los simpatizantes, quienes hasta el momento han alentado de manera incondicional a los jugadores y a los mismos referentes que Russo deja entrever que conllevan un final de ciclo.
Fuente: Diario HOY
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