Así explicó Sebastián Verón el significado de su retiro de la actividad profesional. El jugador advirtió que la recuperación "se hace cuesta arriba a esta edad", y por ende decidió colgar los botines en el partido de la última fecha del torneo Apertura, cuando Estudiantes reciba a Unión de Santa Fe en el estadio Ciudad de La Plata. "Las cosas y su valor los da el tiempo", reflexionó el jugador
El anuncio menos esperado por todos los simpatizantes de Estudiantes llegó finalmente ayer, cuando Juan Sebastián Verón enfrentó a los micrófonos en el Country de City Bell para comunicar su retiro oficial.
Tal como estaba previsto desde el jueves, la Brujita explicó los motivos de su decisión en declaraciones públicas formuladas en el Country de City Bell.
“No es que se toma una decisión así de un día para el otro, se analiza porque el fútbol para mí es y fue mi vida. Dejar algo que vengo desarrollando prácticamente de los 5 años a los 36 es difícil”, comentó el capitán albirrojo, antes de aclarar que “se va parte de una vida, momentos en los que disfruté a mi manera. Alargarlo un poco más corresponde a cómo se manifestó la gente, todo lo que tiene que ver con una despedida se alarga un poco más para que esto lo pueda disfrutar el hincha”.
La lesión de su tobillo fue el tema que determinó su retiro, argumentando que “me encanta jugar al fútbol, lamentablemente hay que acostumbrarse a vivir con lesiones, pero los días se hacen más largos por no poder desarrollarlo con normalidad, vivo con un dolor constante que más allá de la operación no dejó de molestarme y se me hace muy pesado, tengo una edad en la que los dolores son difíciles de sobrellevar y más difícil de sacar”.
Sin pelos en la lengua, y dejando en evidencia la más trasparente sinceridad, Verón confesó que “siempre dije que hay veces que tenés que convivir con muchas cosas, pasaba mucho tiempo afuera, en kinesiología tratando de recuperarme, no me sentía útil estando afuera y jugando determinados partidos” manifestó, advirtiendo que “parecería que elegís el partido para jugar y no es cierto, siempre me gustó tratar de estar, pero eso no lo podía hacer y estaba más afuera que adentro”.
En cuanto al resultado que arrojó la operación a la que fue sometido a mitad de año, la Brujita fue determinante en su explicación: “El hecho de operarme había sido también para mí, para el futuro. El tobillo está bien, limitado al movimiento, pero termino muy dolorido después de los partidos y me cuesta mucho recuperarlo. Se me está haciendo demasiado pesado poder llevar una recuperación. Tuve llamados de afuera para ir a recuperarme allá, pero no tengo ganas de llevar una recuperación adelante. Ni un mes, ni quince días, porque tampoco tengo mucho más adelante. Con otra edad sí lo hubiese encarado. Es el tiempo de decir basta. Estirar algo por hacerlo, nunca me gustó. Di todo lo que tenía para dar”.
Pensando en lo que queda y deja sobre todo para el club, Verón reconoció que “las cosas y su valor se las da el tiempo, cuando la vivís y estás dentro de la vorágine del fútbol es difícil parar y ver todo lo que se logró fuera del campo de juego y lo que se puede lograr, personalizar las cosas no me gusta”.
En relación a lo que se logró al cabo de estos últimos cinco años, Verón confesó que “llegué en un momento en el que había jugadores y dirigentes bien rumbeados, y en cierta manera pudimos dar un empujón para que esto crezca, ahora serán los que van quedando y ojalá que los que entren tengan que hacerlo más grande”.
Fuente: Diario HOY
Tal como estaba previsto desde el jueves, la Brujita explicó los motivos de su decisión en declaraciones públicas formuladas en el Country de City Bell.
“No es que se toma una decisión así de un día para el otro, se analiza porque el fútbol para mí es y fue mi vida. Dejar algo que vengo desarrollando prácticamente de los 5 años a los 36 es difícil”, comentó el capitán albirrojo, antes de aclarar que “se va parte de una vida, momentos en los que disfruté a mi manera. Alargarlo un poco más corresponde a cómo se manifestó la gente, todo lo que tiene que ver con una despedida se alarga un poco más para que esto lo pueda disfrutar el hincha”.
La lesión de su tobillo fue el tema que determinó su retiro, argumentando que “me encanta jugar al fútbol, lamentablemente hay que acostumbrarse a vivir con lesiones, pero los días se hacen más largos por no poder desarrollarlo con normalidad, vivo con un dolor constante que más allá de la operación no dejó de molestarme y se me hace muy pesado, tengo una edad en la que los dolores son difíciles de sobrellevar y más difícil de sacar”.
Sin pelos en la lengua, y dejando en evidencia la más trasparente sinceridad, Verón confesó que “siempre dije que hay veces que tenés que convivir con muchas cosas, pasaba mucho tiempo afuera, en kinesiología tratando de recuperarme, no me sentía útil estando afuera y jugando determinados partidos” manifestó, advirtiendo que “parecería que elegís el partido para jugar y no es cierto, siempre me gustó tratar de estar, pero eso no lo podía hacer y estaba más afuera que adentro”.
En cuanto al resultado que arrojó la operación a la que fue sometido a mitad de año, la Brujita fue determinante en su explicación: “El hecho de operarme había sido también para mí, para el futuro. El tobillo está bien, limitado al movimiento, pero termino muy dolorido después de los partidos y me cuesta mucho recuperarlo. Se me está haciendo demasiado pesado poder llevar una recuperación. Tuve llamados de afuera para ir a recuperarme allá, pero no tengo ganas de llevar una recuperación adelante. Ni un mes, ni quince días, porque tampoco tengo mucho más adelante. Con otra edad sí lo hubiese encarado. Es el tiempo de decir basta. Estirar algo por hacerlo, nunca me gustó. Di todo lo que tenía para dar”.
Pensando en lo que queda y deja sobre todo para el club, Verón reconoció que “las cosas y su valor se las da el tiempo, cuando la vivís y estás dentro de la vorágine del fútbol es difícil parar y ver todo lo que se logró fuera del campo de juego y lo que se puede lograr, personalizar las cosas no me gusta”.
En relación a lo que se logró al cabo de estos últimos cinco años, Verón confesó que “llegué en un momento en el que había jugadores y dirigentes bien rumbeados, y en cierta manera pudimos dar un empujón para que esto crezca, ahora serán los que van quedando y ojalá que los que entren tengan que hacerlo más grande”.
Fuente: Diario HOY
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