En la undécima fecha del Apertura volvió el mejor Estudiantes. Tarde. Tardísimo, pero lo realmente saludable fue que regresó mostrando antiguas credenciales de su elevada categoría. Después de andar penando algo más de medio torneo, el equipo de Miguel recuperó ese perfume propio de los que cuentan con destacadas individualidades.
El que iba último le pegó flor de paliza a ese cándido equipo santafesino que a todos les resulta simpático. Salvo en los primeros veinte minutos, la producción albirroja fue muy seductora. Cuando "La Gata" (el mejor de la cancha) facturó el primer alarido, coronando una habilitación impecable de Rodrigo Braña, se instaló la fuerte sensación de que los dirigidos por Trullet no iban a poder recuperarse. Rafaela desafinaba ante un "León" sólido y eficaz como nunca en el presente campeonato.
Conducidos por la sapiencia del binomio "Bruja"-"Chapu", desde Albil hasta Boselli se advirtió una mejora sustancial. Con un dominio absoluto de las acciones, los huéspedes quedaron minimizados a una silueta colectiva desnuda de agresividad. Este Verón cansado de convivir con molestias, igual fue el eje natural de un equipo albirrojo vigorizado por aciertos que hasta hace muy poco no aparecían. Con la columna vertebral (Albil, Desábato, Braña, Verón y Fernández) gozando de excelente salud futbolística, Estudiantes sólo tenía dudas sobre la amplitud numérica de su victoria. Fueron tres y bien pudieron ser cuatro, pero a "La Gata" le faltó el broche de oro de una gambeta genial.
LO EXTRAÑARON TANTO
Ahora sí puede escribirse que Estudiantes sedujo a propios y extraños con su juego. Luego de seis caídas, algunas muy feas, resolvió todo con autoridad. Fue una tarde de roles invertidos. El que venía atrás de todos se mostró como una formación pretenciosa, y el que es señalado como la revelación de la competencia, fracasó por completo.
En el contexto de un triunfo sin fisuras, también se lo notó más útil a Mariano González. El ex-Racing metió un centro de colección para que Boselli definiera con su pecho. No tenga dudas, fue el mejor partido de Estudiantes en el segundo semestre. El aplauso final brotó naturalmente. La gente rejuveneció su optimismo observando en acción al "viejo" Pincha.
ULTIMAS FUNCIONES
La primera despedida de Sebastián Verón lejos estuvo de decepcionar a los fieles testigos. Entre tantas participaciones certeras, el "Pelado" obsequió una fina partitura en la gestación del segundo gol. A partir de ahora, cada cambio de frente de cuarenta metros, cada pase entre líneas, cada toque de primera con borde externo y cada remate desde la media distancia, impactando la bola con el empeine derecho que paseó su brillo por los más prestigiosos estadios del planeta, cotizará en euros.
Cuenta regresiva que desembocará en la fiebre del 18 de diciembre. El ídolo popular todavía no se fue y ya lo están extrañando.
El que iba último le pegó flor de paliza a ese cándido equipo santafesino que a todos les resulta simpático. Salvo en los primeros veinte minutos, la producción albirroja fue muy seductora. Cuando "La Gata" (el mejor de la cancha) facturó el primer alarido, coronando una habilitación impecable de Rodrigo Braña, se instaló la fuerte sensación de que los dirigidos por Trullet no iban a poder recuperarse. Rafaela desafinaba ante un "León" sólido y eficaz como nunca en el presente campeonato.
Conducidos por la sapiencia del binomio "Bruja"-"Chapu", desde Albil hasta Boselli se advirtió una mejora sustancial. Con un dominio absoluto de las acciones, los huéspedes quedaron minimizados a una silueta colectiva desnuda de agresividad. Este Verón cansado de convivir con molestias, igual fue el eje natural de un equipo albirrojo vigorizado por aciertos que hasta hace muy poco no aparecían. Con la columna vertebral (Albil, Desábato, Braña, Verón y Fernández) gozando de excelente salud futbolística, Estudiantes sólo tenía dudas sobre la amplitud numérica de su victoria. Fueron tres y bien pudieron ser cuatro, pero a "La Gata" le faltó el broche de oro de una gambeta genial.
LO EXTRAÑARON TANTO
Ahora sí puede escribirse que Estudiantes sedujo a propios y extraños con su juego. Luego de seis caídas, algunas muy feas, resolvió todo con autoridad. Fue una tarde de roles invertidos. El que venía atrás de todos se mostró como una formación pretenciosa, y el que es señalado como la revelación de la competencia, fracasó por completo.
En el contexto de un triunfo sin fisuras, también se lo notó más útil a Mariano González. El ex-Racing metió un centro de colección para que Boselli definiera con su pecho. No tenga dudas, fue el mejor partido de Estudiantes en el segundo semestre. El aplauso final brotó naturalmente. La gente rejuveneció su optimismo observando en acción al "viejo" Pincha.
ULTIMAS FUNCIONES
La primera despedida de Sebastián Verón lejos estuvo de decepcionar a los fieles testigos. Entre tantas participaciones certeras, el "Pelado" obsequió una fina partitura en la gestación del segundo gol. A partir de ahora, cada cambio de frente de cuarenta metros, cada pase entre líneas, cada toque de primera con borde externo y cada remate desde la media distancia, impactando la bola con el empeine derecho que paseó su brillo por los más prestigiosos estadios del planeta, cotizará en euros.
Cuenta regresiva que desembocará en la fiebre del 18 de diciembre. El ídolo popular todavía no se fue y ya lo están extrañando.
Fuente: Diario EL DIA
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