01.11.2011
Partido olvidable por donde se lo mire. Ordinario. Carente de emociones y, ni hablar, de buen juego. El empate, por cómo se dieron las cosas anoche en el estadio Centenario quilmeño, el sentó mejor al local que tuvo que jugar más de una hora con un hombre menos por una reacción injustificada de Rodrigo Braña. Lo cierto es que aún con un hombre menos, el equipo albirrojo siempre dio pelea ante un Racing errático e inexpresivo, que no tuvo juego y ni aún con jugadores capaces de poder torcer el rumbo del partido, y que al final cayó en la inoperancia total y, ni siquiera, supo explotar la ventaja que significó el jugar largo tiempo con superioridad numérica.
El cero a cero califica a los dos. Lo cierto es que defraudaron porque se esperaba más de ellos. Del local Estudiantes, ya que necesitaba escaparle al fondo de la tabla, y del visitante Racing, que aún tiene posibilidades de pelearle a Boca el título, aunque jugando como anoche eso suena como algo utópico.
Ausente sin aviso, aunque estaba en la cancha, la Academia siempre espero algo del colombiano Gio Moreno, ni hablar de su compatriota Teo Gutiérrez, pero mucho tuvo que ver en ello la buena marca que ejerció el local sobre los dos colombianos.
El 'doble cinco' conformado por Verón y Braña ofrecía en el arranque del partido quite y distribución, y cuando se les unió Gastón Fernández, pues entonces los albirrojos asomaron ser profundos, pero arriba la rarísima inoperancia de Boselli hacía que naufragaran las situaciones de gol que tanto le costaba generar al equipo.
Mariano González y Facundo Coria no conseguían armonizar correctamente en los movimientos, pero como Racing proponía tan poco, la gente del fondo se las componía muy bien para tener bajo control a Gutiérrez y Hauche.
Pero sobre la primera media hora llegaría una jugada clave que derivó en la expulsión del Chapu Braña. Sobre la derecha del ataque visitante Teo Gutiérrez dominó una pelota casi sobre la línea de costado con la marca de Mercado. El colombiano pisó la pelota y, en ayuda del defensor llegaron enseguida Ré y Braña. El Chapu tiró de la camiseta al delantero, que cayó, y tras cartón lo pisó ante la cercana presencia de Loustau, que lo terminó expulsando.
Allí el partido, que no había deparado emociones ni buen juego, solo actitud y determinación para desbaratar lo poco que proponía el adversario, cayó literalmente. Y solamente generaba interés cuando entraba en juego la Gata Fernández o cuando, a los 38', el Mago Coria, en un tiro libre, hizo que la pelota picara delante de Saja, que alcanzó a manotearla, y después pegó en el travesaño.
¿Albil?, bien, gracias. Nunca fue llamado a intervenir.
En el complemento el panorama tampoco fue alentador. Las marcas prevalecían sobre la creación, las ideas no abundaron, y encima los técnicos se demoraron en los cambios.
Y cuando buscaron respuestas en los bancos tampoco acertaron y hasta irritaron bastante a sus hinchadas, que de esta manera descargaron en los entrenadores el grito de gol que finalmente no pudo explotar anoche en Quilmes.
Invicto todavía, y tras sumar el quinto empate al hilo, Racing parece ir despidiéndose del título, aunque sobre el final, ya en el descuento, vía Gutiérrez (a quien le anularon mal un gol por posición adelantada inexistente), casi se queda con todo, pero primero el colombiano cabeceó mal un centro de Viola y luego, bien habilitado, entrando al área por derecha lo fusiló a Albil pero la pelota rebotó en el cuerpo del golero que salió bien a taparle el ángulo de disparo.
Lo de Estudiantes fue también pobre. Pese a la búsqueda no encuentra un equipo ni una línea de juego. Hay jugadores que están rindiendo muy por debajo de su nivel y su rendimiento parece estar en las antípodas del que se pensaba podía tener cuando arrancó este Apertura que lo tiene abajo en la tabla, con solo diez puntos conseguidos sobre 39 en disputa.
Fuente: Diario EL DIA
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