viernes, 25 de noviembre de 2011

Con la chapa le alcanzó al Pincha para poder festejar

25.11.2011




SAN JUAN (ENVIADO ESPECIAL).- Para un club acostumbrado a las grandes hazañas, en algún rincón de su rica historia dirá que debutó en los 32avos de final de la Copa Argentina con una victoria. ¿Ante Quién?. Un equipo del Torneo Argentino B y cuyo nombre es Unión de Villa Krause. Y dirá que lo hizo con un triunfo por 2-1 con goles de Sergio Modón y Guido Carrillo, pero que antes perdía con conquista de un tal Silvio Molina. Y dirá que el partido sufrió cuatro expulsados, Cellay y Carrillo para el Pincha y Silvio Molina y Matías Morales para los locales.
¿Y que hizo éste Estudiantes compuesto por algunos jugadores conocidos y otros no tanto?. Poco, muy poco, pero que le alcanzó con alguna pinceladas para quedarse con la victoria en lo que fue el primer partido completo de Juan Manuel Azconzábal como técnico (había debutado en el frustrado partido ante Banfield).
Para su modesto rival de ayer era como una final del Mundo. Y salió a jugarlo como tal. Se vio sorprendido Estudiantes por el empuje de Unión que de entrada golpeó con un gol de tiro libre de Silvio Molina que sorprendió a toda la defensa y hasta al arquero Albil. Pero la inexperiencia lo condenó y cuando todavía festejaban el triunfo transitorio, el Pincha sacó del medio, dos o tres pases y Sergio Modón que le pegó con alma y vida y el balón se metió arriba al medio de un sorprendido arquero.
Estudiantes, más allá de llegar rápidamente al empate, arrancó mal, con distracciones en defensa, perdido en el medio y sin profundidad en ofensiva. Entre los Molina, Silvio y Alfredo, volvieron loco a quien se interpusiera en su camino. A ello se agregaba que el Chino Benítez no se hacía del balón y a Fernández y Carrilo le llegaba poco y nada.
Pero hubo un quiebre pasado los 25 minutos cuando el árbitro paró el partido para que los jugadores se refrescaran. Y allí se refrescaron también los conceptos para el Pincha. Se fue acomodando en el medio, Benítez empezó a hacer pie, sus compañeros entraron en confianza y al menos se hizo del balón, pero le faltó profundidad hasta que una rápida corrida de Mauro Fernández que llegó hasta el fondo y sacó un centro para la entrada de Carrillo que no tuvo más que empujarla al fondo y pasar al frente en el marcador.
Sin pena ni gloria transcurrieron los minutos finales de la primera etapa donde Estudiantes sufrió la expulsión de Cellay.
El complemento ofreció poco y nada, mucho juego fuerte, más expulsiones y un equipo local que fue perdiendo energías y ya no apretaba en el área de Albil y un Estudiantes que supo cómo controlar las arremetidas y manejar el balón sin mucho apuro.
Lejos de los arcos. Ni los cambios que propusieron los técnicos hizo cambiar el rumbo de un partido pobre, donde el buen juego estuvo muy lejos.
Pero a Estudiantes le sirvió. Toda victoria tonifica, más allá de lo que esté en juego y del rival. Mostró algunos jugadores que pocos habían visto dentro de un campo y que quizás en un futuro no muy lejano estén metidos entre los once.

Fuente: Diario EL DIA

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