Tras realizar otra destacada actuación en el Metropolitano de 1984, torneo que lo tuvo como animador hasta la fecha final y en el cual se ubicó tercero, tres unidades por debajo del campeón Argentinos Juniors, y una poco lucida campaña en la Copa Libertadores de ese mismo año, a la que accedió como campeón del Nacional de 1983, llegarían épocas irregulares para el presente futbolístico de Estudiantes. Los años 1990 no fueron fáciles para el club, a pesar de que el equipo volvió a la competencia internacional en la extinta Supercopa Sudamericana, de la que participaban los clubes que habían obtenido al menos una vez en su historia la Copa Libertadores de América. Estudiantes disputó las únicas diez ediciones que se jugaron del trofeo, entre 1988 y 1997, con una única participación destacada, en 1990, cuando fue eliminado en semifinales, en la definición por penales, por Nacional de Montevideo.
Así, luego de varios torneos irregulares a nivel nacional, el 21 de agosto de 1994 descendería por segunda vez en su historia a la Segunda División del fútbol argentino, tras empatar a tres goles ante Lanús en la penúltima fecha del Torneo Clausura de ese año.
En su último partido del campeonato goleó a Racing Club por 4-1, tras lo cual dos referentes históricos del club, Miguel Ángel Russo y Eduardo Luján Manera, se ofrecieron como directores técnicos para guiar al equipo en el principal torneo de ascenso. Al finalizar el encuentro que marcó la despedida de Estudiantes de la máxima categoría, los hinchas del club invadieron el campo de juego y dieron varias vueltas olímpicas, demostrando la confianza que había en el nuevo ciclo que se iniciaba.
Para volver a Primera, Estudiantes disputó 42 partidos, con 27 triunfos, 11 empates y 4 derrotas, con 86 goles a favor y 34 en contra, logrando el Campeonato Nacional B 94/95 y el ascenso con un récord de puntos que aún no ha sido superado en la categoría.
En 1996, ya en el torneo de Primera División, con esa misma base más el protagonismo de Martín Palermo, Néstor Craviotto y Alfredo Cascini, entre otros, Estudiantes alcanzaría el cuarto puesto en el Torneo Clausura con la conducción técnica de Daniel Córdoba, campaña que, hasta el logro del Apertura 2006, se ubicaba como la de mejor eficacia en puntos desde la instauración de los «torneos cortos» en 1995.
En ese campeonato se produjeron, además, dos hechos destacados: Carlos Bossio, jugador de Estudiantes, convirtió el primer gol de cabeza de un arquero en la historia profesional del fútbol argentino, ante Racing Club, el 12 de mayo de 1996, en un partido que terminó igualado 1-1; y se disputó el llamado «clásico del siglo», el 18 de agosto, en la última fecha del torneo. El partido, que se jugó en el estadio de Estudiantes, fue caracterizado de esa manera debido a que Gimnasia llegaba con posibilidades de consagrarse campeón por primera vez en su historia profesional. Sin embargo, Estudiantes logró igualar 1-1 y le impidió a su tradicional rival lograr el título, ya que con un triunfo hubiera superado en la tabla a Vélez Sarsfield, a la postre el campeón, que esa misma tarde empató como local ante Independiente.
Fuente: Wikipedia
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