09/09/2010
Estudiantes empató sin goles con Liga de Quito y se quedó con las manos vacías ya que la derrota por 2 a 1 en la ida le impidió alzar la Recopa Sudamericana. Un golpe duro al corazón de un grupo de jugadores que merecía coronar la Libertadores 09 con este título que quedó en poder del elenco ecuatoriano, que hizo un gran partido y le alcanzó con los goles del encuentro disputado hace 15 días. El hincha tardará un tiempo en asimilar el golpe, ese nuevo cross al mentón caló hondo y habrá que ver cómo recibirá una nueva final perdida por Estudiantes.
Esas lágrimas de Leandro González en el final (tirando a llanto desconsolado) resumen las sensaciones con los que vuelve el Pincha a La Plata. El semblamente adusto del capitán Juan Sebastián Verón también habla por sí solo, no hace falta que nadie traduzca nada. A lo largo de 98 minutos, Estudiantes se vió atado de pies y manos por un planteo muy inteligente que ideó Edgardo Bauza en pos de no dejar jugar al corazón del equipo albirrojo y neutralizando los embates que llegaban desde los costados. La Brujita se vio acosado y jugó fastidioso durante gran parte del encuentro, mientras que Braña buscó ser el eje central aunque careció de la precisión y el orden que por ahí hubiese sido necesario en algunos pasajes de la noche bonaerense.
Masticando bronca, pasando de a uno en una fila índia que encabezó Verón, fueron subiendo a recibir su premio los jugadores pincharratas que no aguantaron la medalla que entregó la Conmebol e inmediatamente se la quitaron del pecho con mucha bronca y resignación. Así como alguna vez Diego Maradona se sacó la medalla de subcampeón en Italia 90, sin poder soportar el peso especifico y de sentimiento con el que viene adosada la presea plateada. Luego, el grupo logró soportar el merecido reconocimiento al elenco ganador y el momento de la premiación hasta que enfilaron rumbo al vestuario para soportar todos juntos este mal trago.
Una vez más, el destino vuelve a jugar en contra de este grupo trabajador, de este cuerpo técnico que vive las 24 horas por y para el club y de la comisión directiva que con aciertos y errores busca lo mejor para la institución. Así como ocurrió con la Sudamericana cuando Inter nos zacudió en su momento, como el dagazo que nos clavó el Barca a la hora de perder el Mundial de Clubes de diciembre de 2009 cuando restaban dos minutos, hoy otra vez nos volvemos a poner de rodillas, a darle un beso (en la mejilla) a la lona. Pero creo que nadie, ninguno de los 25.000 hinchas que coparon el Centenario, esperan que sea algo definitivo, todo lo contrario. La rueda seguirá girando, volverá a quedar de nuestro lado y Estudiantes deberá seguir siendo reconocido como lo que es, el mejor equipo del fútbol argentino. Para suerte de todos los que hoy se compraron esa remera blanca con el escudo de Liga habrán levantado una copa en homenaje al bicampeón de la Recopa. Pero guarda, disfruten ahora, no se vuelvan locos y piensen que Estudiantes, por historia, siempre se levanta.
Fuente: PinchaPasión
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