07.12.2011
BAHIA BLANCA (Enviado especial).- Lo que va de ayer a hoy. De aquella prometedora actuación de Estudiantes ante Al Boys a esta pobre demostración de ayer aquí ante el pobrísimo Olimpo, que cerró su participación por este año en el estadio Roberto Carminatti.
El cero a cero final marca claramente lo que fue el partido que, por suerte, ya es historia.
El empate le cortó al equipo albirrojo la serie de dos partidos consecutivos con victorias, mientras que su rival, que igualó los dos últimos compromisos, completó ocho partidos sin ganar (5 empates y tres caídas), con el agregado que el equipo que ahora dirige interinamente Mauro Laspada (aunque ya lo tiene al Chulo Héctor Rivoira en las gateras) ya suma cuatro partidos sin marcar goles.
Esa inofensiva que mostró el conjunto aurinegro fue aprovechado por Estudiantes, que en defensa, salvo algunos desacoples individuales de Cellay, volvió a mostrarse confiable y seguro.
Lo cierto es que ninguno de los dos equipos hizo los méritos para quedarse con los tres puntos. Estudiantes, con un ritmo apurado, se mostró más coherente en el primer tiempo, aunque apeló mucho al pelotazo, muchas veces sin precisión, y de esta manera le costó generar acciones claras de riesgo. Pero existió un cabezazo desviado de Mariano González, tras un córner de Benítez que vino desde la izquierda, y una entrada profunda por la izquierda de la Gata Fernández que el golero Matías Ibáñez neutralizó arrojándose bien a sus pies.
Si lo de Estudiantes fue pobre, ni hablar de lo que propuso Olimpo. Que solo inquietó con un pelotazo largo de Rosada que no pudo conectar de cabeza Franzoia, y una jugada dudosa de Ré sobre el propio Franzoia, que tuvo olor a penal, pero que el árbitro Patricio Loustau pasó por alto.
El conjunto bahiense tomó la iniciativa con mayor determinación en el complemento, se hizo de la pelota y llevó el trámite del partido a campo albirrojo, aunque sin llegar con claridad hasta Albil, a no ser con pelotazos largos o con centros sin mayor convicción, por lo general bien resueltos por los defensores pincharratas.
Existieron, eso sí, dos claras manos dentro del área albirroja de Cellay primero, y de Braña después, que quedaron sin sanción por parte del árbitro.
Eclipsado Rolle a la hora de generar juego, el ingreso del pampeano Furch le dio más presencia a Olimpo en el área rival, al menos dispuso de dos buenas posibilidades, pero la primera la resolvió con remate de zurda, cruzado y desviado. Y el otro fue resuelto en dos tiempos por el golero de Estudiantes.
El equipo del Vasco Azconzábal, por momentos, fue demasiado largo, careció de un conductor, ese que juega pero esencialmente hace jugar (extrañó horrores a su capitán Verón, que se quedó en La Plata), ya que Mariano González (se lo notó incómodo, sin encontrar su lugar en la cancha) nunca pudo asumir cabalmente ese rol. La Gata, que arrancó bien, luego se fue apagando en la misma medida en que sus compañeros también se opacaban individualmente, el Chino Benítez acertaba muy poco en el manejo del balón, ni hablar en las jugadas con pelota detenida, y salvo el empuje de Braña y la seguridad de Desábato en el fondo, el resto trajinó casi sin ton ni son.
Estudiantes se había insinuado bien en el arranque soltando a los laterales-volantes Modón e Iberbia, pero un ausente e intrascendente Boselli, más el agregado de otros que estuvieron desatentos, esterilizó todas esas buenas intenciones.
En el complemento llegó poco y nada. Solo dispuso de un zurdazo desde afuera de Gastón Fernández que se fue por arriba del travesaño.
En lineas generales, el cero le cayó redondo al partido. Uno no supo como (Estudiantes) y el otro no tuvo con qué (Olimpo).
Fuente: Diario EL DIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario