Estudiantes no merecía irse de la forma que se fue de la Copa Argentina. Cayó con Deportivo Merlo en la definición de tiros desde el punto del penal. Claro que a esta altura el resultado pasa a ser más anécdota, y cuesta creer el hecho de la eliminación por toda la gloria que el club ha sabido cosechar a lo largo de la historia y que ha sabido ratificar en los últimos años, encarmándose en los primeros planos del fútbol internacional.
La Copa Argentina es un torneo oficial avalado por la AFA, cuyo campeón, como "premio extra", se asegura un lugar para representar al fútbol argentino en la próxima edición de la Sudamericana; mientras que cada equipo, por pasar de ronda, se lleva una cantidad de dinero. En el caso de Deportivo Merlo, al clasificarse a los octavos de final se llevó un cheque de 300.000 pesos. Una suma nada despreciable.
Si bien, la mayoría de los equipos toman a la Copa Argentina con un certamen "secundario" esto no quiere decir que se debe "rifar". Y en el caso de Estudiantes quedar afuera del torneo significa perder prestigio, porque se lo debía encarar con la máxima seriedad, porque como quedó dicho esta camiseta rojiblanca cuenta con una reputación bien ganada a fuerza de títulos locales e internacionales.
SE DEBE GANAR TODO
Esto no quiere decir que Juan Manuel Azconzábal y su cuerpo técnico hayan tomado con cierta displicencia y desinterés el partido contra Deportivo Merlo por la Copa Argentina. El Vasco, como un hombre nacido desde las propias entrañas del club, sabe muy bien lo que significa Estudiantes y que se debe ganar todo, aunque sea un partido de corte amistoso, porque esta es la filosofía futbolística de la institución.
El Vasco se equivocó y feo. Sin lugar a dudas esto le debe servir como un buen tirón de orejas, porque es un director técnico joven que está dando los primeros pasos en su carrera y a quien toda esta experiencia en definitiva va a ayudar para continuar creciendo en ese aspecto. Claro que Azconzábal tuvo muchos desaciertos en el armado del equipo, en el esquema táctico, en los cambios durante en el partido y si se quiere también en el orden de los jugadores para la ejecución de los penales. Azconzábal metió la pata, es cierto, pero toda la responsabilidad no debe caer sobre el técnico, aunque debe ser más autocrítico en sus declaraciones pospartido, como por ejemplo en la noche del martes lo fue uno de los líderes del equipo adentro de la cancha, el Chavo Desábato.
Claro que el Vasco le dio la oportunidad a muchos futbolistas que no tienen demasiados minutos a la hora de jugar por el torneo local. Y estos jugadores no supieron aprovechar esa chance que se les otorgó al momento de formar parte del equipo que enfrentó a Deportivo Merlo, en el Estadio Centenario de Quilmes. Estos fueron los casos de futbolistas como José Luis Fernández, Facundo Coria, Mariano González, que en la gestión anterior llegaron con grandes pergaminos, pero cuando lo tuvieron que demostrar adentro de la cancha quedaron en falta.
BOSELLI NO LEVANTA
A los pibes, como Gastón Gil Romero -el martes hizo su debut oficial- Sergio Modón, Emanuel Tarabini, Carlos Auzqui, Leonardo Jara, no se les debe caer con dureza porque la responsabilidad debe pesar sobre los "grandes". Como para mencionar un nombre: Mauro Boselli, que en la noche de Quilmes volvió a demostrar que se encuentra atravesando por un bajísimo nivel en su rendimiento y sumó un nuevo partido sin poder anotar goles.
En ese sentido, se puede poner como atenuante que el Pincha utilizó un equipo mixto con varios suplentes, pero también hay que remarcar que Deportivo Merlo no puso lo mejor con que cuenta en su plantel en cancha, sino que Néstor Ferraresi preservó varios jugadores para el partido frente a River, en el estadio de Vélez.
La actuación y como consecuencia la eliminación de la Copa Argentina debe ser un gran llamado de atención para este equipo de Estudiantes que el próximo sábado estará visitando a Tigre, el único puntero del torneo Clausura de primera división, y además debe servir para ir sacando conclusiones para el futuro con respecto a algunos jugadores.
La Copa Argentina es un torneo oficial avalado por la AFA, cuyo campeón, como "premio extra", se asegura un lugar para representar al fútbol argentino en la próxima edición de la Sudamericana; mientras que cada equipo, por pasar de ronda, se lleva una cantidad de dinero. En el caso de Deportivo Merlo, al clasificarse a los octavos de final se llevó un cheque de 300.000 pesos. Una suma nada despreciable.
Si bien, la mayoría de los equipos toman a la Copa Argentina con un certamen "secundario" esto no quiere decir que se debe "rifar". Y en el caso de Estudiantes quedar afuera del torneo significa perder prestigio, porque se lo debía encarar con la máxima seriedad, porque como quedó dicho esta camiseta rojiblanca cuenta con una reputación bien ganada a fuerza de títulos locales e internacionales.
SE DEBE GANAR TODO
Esto no quiere decir que Juan Manuel Azconzábal y su cuerpo técnico hayan tomado con cierta displicencia y desinterés el partido contra Deportivo Merlo por la Copa Argentina. El Vasco, como un hombre nacido desde las propias entrañas del club, sabe muy bien lo que significa Estudiantes y que se debe ganar todo, aunque sea un partido de corte amistoso, porque esta es la filosofía futbolística de la institución.
El Vasco se equivocó y feo. Sin lugar a dudas esto le debe servir como un buen tirón de orejas, porque es un director técnico joven que está dando los primeros pasos en su carrera y a quien toda esta experiencia en definitiva va a ayudar para continuar creciendo en ese aspecto. Claro que Azconzábal tuvo muchos desaciertos en el armado del equipo, en el esquema táctico, en los cambios durante en el partido y si se quiere también en el orden de los jugadores para la ejecución de los penales. Azconzábal metió la pata, es cierto, pero toda la responsabilidad no debe caer sobre el técnico, aunque debe ser más autocrítico en sus declaraciones pospartido, como por ejemplo en la noche del martes lo fue uno de los líderes del equipo adentro de la cancha, el Chavo Desábato.
Claro que el Vasco le dio la oportunidad a muchos futbolistas que no tienen demasiados minutos a la hora de jugar por el torneo local. Y estos jugadores no supieron aprovechar esa chance que se les otorgó al momento de formar parte del equipo que enfrentó a Deportivo Merlo, en el Estadio Centenario de Quilmes. Estos fueron los casos de futbolistas como José Luis Fernández, Facundo Coria, Mariano González, que en la gestión anterior llegaron con grandes pergaminos, pero cuando lo tuvieron que demostrar adentro de la cancha quedaron en falta.
BOSELLI NO LEVANTA
A los pibes, como Gastón Gil Romero -el martes hizo su debut oficial- Sergio Modón, Emanuel Tarabini, Carlos Auzqui, Leonardo Jara, no se les debe caer con dureza porque la responsabilidad debe pesar sobre los "grandes". Como para mencionar un nombre: Mauro Boselli, que en la noche de Quilmes volvió a demostrar que se encuentra atravesando por un bajísimo nivel en su rendimiento y sumó un nuevo partido sin poder anotar goles.
En ese sentido, se puede poner como atenuante que el Pincha utilizó un equipo mixto con varios suplentes, pero también hay que remarcar que Deportivo Merlo no puso lo mejor con que cuenta en su plantel en cancha, sino que Néstor Ferraresi preservó varios jugadores para el partido frente a River, en el estadio de Vélez.
La actuación y como consecuencia la eliminación de la Copa Argentina debe ser un gran llamado de atención para este equipo de Estudiantes que el próximo sábado estará visitando a Tigre, el único puntero del torneo Clausura de primera división, y además debe servir para ir sacando conclusiones para el futuro con respecto a algunos jugadores.
Fuente: Diario EL DIA
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