domingo, 12 de diciembre de 2010

De punta a punta

12.12.2010


Dos goles de Hernán Rodrigo López le dieron a Estudiantes su quinto título local. ¿Que el Pincha no brilló? Siempre estuvo arriba en el Apertura, incluso a pesar de las lesiones. Un campeón con caracter.

Le ganó a Newell’s en Rosario. Festejó en el clásico. Derrotó a los cinco grandes, con goleada a River incluida. Sólo perdió un partido. Un andar de campeón, sin duda. ¿Qué le faltó brillo? Entonces que a ese trofeo que lo certifica como el ganador del torneo Apertura 2010 que anda de mano en mano, que se agita en cada grito de los futbolistas ahí, en la cancha de Quilmes, le pongan lustramuebles…
Este título de Estudiantes se potencia, justamente, por el nivel del Vélez que le peleó hasta el último suspiro en la recta final, con un poderío ofensivo tremendo. No fue, el campeón, dueño de un fútbol vistoso. Fue practiquísimo. Fue letal con la pelota detenida. Tuvo a un Enzo Pérez tremendo, a un Chapu Braña contagioso. Debió sufrir hasta forzar a Gastón Fernández a convertirse en el goleador que no es. Tuvo que esperar hasta el cierre del torneo para que Hernán Rodrigo López fuera el goleador que es. Casi todos sus futbolistas, salvo Germán Ré (y Orión, claro) convirtieron al menos un gol. Y cuando las lesiones parecían doblarle las rodillas, se mantuvo en pie.
Verón, líder espiritual de esta quinta vuelta olímpica del club, debió salir lesionado, justo después de haberse limpiado de tarjetas para poder estar ante Arsenal. El que entró fue RoRo, justo un ex Vélez, para darle el título a Estudiantes. Fue un partido durísimo, que el equipo de Alfaro jugó “a lo Estudiantes”, con ahogo permanente, sin dejar pensar al rival, pero le faltó la otra mitad: atacar. De una pelota parada llegó el 1-0, tras un córner de Benítez que cabeceó el uruguayo y que La Gata no alcanzó a rozar. De otra bocha quieta apareció el 2-0 con una peinada de López.
“Ya se acerca Nochebuena, ya se acerca Navidad, para todos los Triperos, el campeón es su papá”. Deliran los jugadores, con dedicatoria. “Me parece que Vélez no sale campeón, sale el Pincha, sale el Pincha sí señor”. Más euforia. Sabella intenta contener la emoción. No lo consigue. Hay, en este campeón, muchos méritos referidos al carácter. Su manejo de los tiempos, su firmeza defensiva y su claridad conceptual lo convirtieron en ese manojo de hombres que saltan y gritan “dale campeón”.

Fuente: Olé

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